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sábado, 28 de marzo de 2009




ENRIQUE VARGAS
El Nacional
PUERTO PLATA.-
Dos comerciantes alemanes fueron degollados por dos haitianos y sus cadáveres hallados ayer dentro de la cisterna de la casa donde vivían en el paraje Tiburcio, de la sección Estero Hondo, en Villa Isabela, informó hoy la Policía.

Kart Anthony Johannes Plaumann, de 47 años, y Sabine Hermine Bunhove, de 68, fueron hallados dentro de la cisterna a causa del mal olor que despedían sus cadáveres en descomposición.

Según versiones, vecinos del lugar llamaron a la Policía debido al hedor y a la desaparición de los comerciantes alemanes desde hacía dos días.

Con relación al caso la Policía apresó a Esteban Alcántara Betances (Salami), de 52 años, quien andaba en compañía de un haitiano apodado Moreno que trabajaba en el establecimiento comercial de los alemanes.

Ese y otro haitiano que trabajaban como “delivery” en el negocio de los alemanes huyeron en una motocicleta Yamaha DT-125 placa N087518 en la que entregaban los pedidos.

La Policía informó que la motocicleta fue hallada abandonada en una estación de gasolina en Villa Eloísa. El doctor Miguel Batista Mercedes, médico legista actuante en el caso, dijo que los alemanes murieron a consecuencia de múltiples heridas de armas blancas en el cuello y otras partes.

Los cadáveres fueron trasladados al Instituto Nacional de Patología Forense en Santiago, para practicarles la autopsia de rigor.

Los alemanes llevaban varios años residiendo en la zona y se dedicaban al comercio en el paraje Tiburcio, donde eran muy queridos.

Miembros de Investigaciones Criminales de la Policía tratan de determinar si el motivo del doble crimen fue el robo y si falta dinero o cualquier objeto de valor en el negocio de los alemanes.

Según versiones recogidas en el lugar, los haitianos sospechosos del doble crimen habrían cruzado hacia Haití, particularmente hacia la ciudad de Cabo Haitiano, de donde se presume son oriundos.

Residentes en Puerto Plata se quejan de la gran cantidad de haitianos indocumentados que trabajan en distintos establecimientos, a quienes la Policía no puede perseguir cuando cometen delitos debido a que no tienen domicilio conocido.