SANTIAGO.- Centenares de personas, principalmente parientes y estudiantes de escuelas públicas y privadas, tributaron esta mañana el último adiós al joven Nelson Lantigua, militar de la marina estadounidense que fue muerto en circunstancia extraña hace dos semanas en un campamento en el desierto de Irak.
Mientras, a medida que pasan las horas crece la incertidumbre de sus familiares en torno a la realidad de lo que ocurrió con él la madrugada del martes 31 del mes pasado. Su cadáver estaba acostado boca abajo, con un balazo en el cráneo.
A pesar del tiempo discurrido y de que sólo otros seis soldados compartían con Lantigua el campamento, su madre, María de los Angeles Lantigua, no halla explicación a lo que define como “lento proceso de investigación” que lleva a cabo la Armada estadounidense sobre el particular.
Los restos de Lantigua, quien se enroló a la marina de Estados Unidos en enero del pasado año, fueron traídos a media tarde de ayer desde Maryland, por el Aeropuerto Internacional del Cibao.
Se trata del segundo soldado nativo del Cibao Central muerto en Irak. El 8 de agosto pasado murió José Enrique Ulloa González, un sargento del Ejército que encontró la muerte a causa de una bomba mientras transitaba en un camión militar por una avenida de Bagdad, la capital iraquí.
Cuando los restos de Ulloa González, nativo de Jima Abajo, La Vega, llegaron a la terminal área local, se permitió la entrada de la prensa y de sus familiares. Con Lantigua las autoridades de la embajada de Estados Unidos en el país no aceptaron la presencia de los medios de comunicación y sólo permitieron el ingreso al área de recibimiento del cadáver de parientes previamente acordados.
Tras una breve ceremonia militar fueron trasladados a su casa materna, localizada en la comunidad Los Cocos de Jacagua, al Norte de esta ciudad, donde fueron expuestos al público hasta las 10:00 de esta mañana, cuando se inició el cortejo fúnebre hacia el cementerio de El Ingenio, donde fueron sepultados una hora después tras oficiarse una misa de cuerpo presente en el camposanto.
Trascendió que las labores de investigación para determinar quién asesinó a Lantigua son dirigidas por una oficial de la Armada estadounidense, quien se ha limitado a decir a los parientes del joven marinero que la pesquisa está avanzada y que espera tener listo el informe definitivo dentro de pocos días.
Mientras tanto, los familiares de la víctima, quien contaba con 21 años de edad, no esconden su preocupación por lo que estiman ha sido un trabajo de investigación manejado con suma lentitud.
Antes de ser enviado a servir como soldado en el desierto de Irak, hace alrededor de siete meses, tras su graduación recibió un entrenamiento en la base naval de Buckman, Carolina del Sur. Previamente había contraído matrimonio con la venezolana Rosanna Lugo, con quien residía en Miami.
Un primo suyo, Francisco Antonio Santos, es miembro del Ejército de Estados Unidos y ostenta el rango de sargento.
