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martes, 26 de mayo de 2009

A raíz del acuerdo político al que arribaron el presidente Leonel Fernández y el Ingeniero Miguel Vargas Maldonado, se abre un nuevo camino en el Partido de la Liberación Dominicana, con miras a la escogencia del candidato presidencial de esa organización política para los comicios del 2012. Para preservar el poder más allá de este período, el partido de gobierno tendrá que escoger una figura de consenso, un candidato del partido con el potencial, el carisma y la voluntad necesarios para atraer el favor del voto interno y externo, es decir, una figura que logre consolidar las fuerzas y maquinarias que representan a la organización política.
Si enfocamos a los candidatos potenciales del PLD, los que en los últimos años han manifestado sus intenciones por llegar a la Presidencia de la República y que individualmente cuentan con un amplio margen de aceptación por la dirigencia y las bases del partido, dos figuras sobresalen dentro la amplia lista de líderes del partido del gobierno: el ex candidato presidencial Danilo Medina, cuyas relaciones políticas con el presidente Leonel Fernández están agrietadas por su enfrentamiento a la campaña reeleccionista del mandatario en la contienda interna pasada.
En el otro ángulo figura el ex candidato presidencial en la campaña interna del PLD, José Tomás Pérez, quien se desprendió de sus aspiraciones de dirigir los destinos de la nación y pasó a respaldar al presidente Fernández en su campaña reeleccionista.
La política trazada por Danilo Medina obligó a Fernández a declinar sus posibles aspiraciones para el año 2012, empujándolo a rubricar un convenio con el ex candidato presidencial por el Partido Revolucionario Dominicano Miguel Vargas Maldonado, que impide la reelección presidencial en períodos consecutivos.
La actitud de apatía ejercida por Danilo Medina en la pasada campaña electoral, ciega la posibilidad de que las bases del Partido de la Liberación Dominicana puedan escogerlo como candidato presidencial en el próximo período.
Sin embargo, el papel asumido por José Tomás Pérez ha sido distinto. Siempre anteponiendo los intereses de su organización a sus aspiraciones personales, este ecuánime dirigente del PLD dirigió y orquestó la campaña política del presidente
Fernández en las elecciones del 1996, cuando derrotó al líder perredeísta José Francisco Peña Gómez, gracias a las estrategias diseñadas por su equipo de campaña. El PLD deberá escoger un candidato presidencial que garantice el triunfo en el 2012, para mantener el progreso del país, principalmente, pero también que sea depositario de la confianza colectiva, de que garantice un clima de tranquilidad tanto a nivel interno, como fuera de la organización. (El autor es Relacionista Público y Comunicador Social)