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jueves, 27 de agosto de 2009

Leonel Fernández participó en la inauguración de la XVIII Conferncia de Partidos Políticos de Centroamérica y el Caribe.
SANTO DOMINGO, Reppública Dominicana.- El presidente Leonel Fernandez consideró este miércoles que la actual crisis global es la "antesala" de un proceso de "destrucción creativa" y representa una oportunidad para el cambio y "para generar la transformación radical que el mundo reclama".La crisis supone también "una gran oportunidad para la unidad de los pueblos de Centroamérica, el Caribe y América Latina" y para lograr "el desmantelamiento de las causas" que la han generado, dijo el mandatario.Fernández pronunció la conferencia titulada "Los partidos políticos y la integración frente a la crisis global" durante la XVIII conferencia centroamericana y del Caribe de partidos políticos.Tras analizar las causas y la evolución de la actual crisis financiera, el gobernante dijo que existe "una gran resistencia en Europa y en Estados Unidos a los cambios" necesarios para afrontarla."Estamos viendo en Estados Unidos la resistencia al programa de reformas de Obama por parte de grupos conservadores tradicionales que no se sienten responsables de esta crisis mundial", dijo.Sin embargo, consideró que son necesarios cambios para evitar que se reproduzcan las causas que originaron la crisis, entre las que citó los nuevos instrumentos financieros que dieron lugar a la "securitización", los excedentes de liquidez, la bajada de los tipos de interés y el consiguiente endeudamiento.También criticó el manejo de los contratos a futuros de petróleo y alimentos, que calificó de "bochornoso e indignante".Y ante esa crisis, la agenda internacional debe dar prioridad a la movilización de los pueblos para desmantelar las prácticas nocivas que persisten hoy en día, de modo que sea posible retornar "a una situación de crecimiento y desarrollo económico sostenible", sostuvo.Pero Fernández no circunscribió el ámbito de la crisis a la economía y señaló que el mundo está, en realidad, ante una "crisis de civilización", ya que el aspecto financiero se combina con el ético, el social y el medioambiental, entre otros.En su opinión, esa crisis no debe conducir al "apocalipsis", sino a transformaciones radicales en las que los partidos políticos deben tener un papel protagonista, encarar su propia renovación, abandonar el clasismo y liderar los cambios necesarios desde la política, siempre presididos por el compromiso democrático.