Breaking News
Loading...
domingo, 22 de noviembre de 2009

República Dominicana llevará el próximo mes a la Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Cambio Climático una propuesta que busca obligar a los países ricos a destinar el 1% de su Producto Interno Bruto (PIB) anual a los programas de reforestación de los Estados más pobres del planeta.

Así lo explicaron Omar Ramírez, vicepresidente Ejecutivo del Consejo Nacional de la Oficina para el Cambio Climático; el director de ese organismo, Víctor García, y el titular de la Oficina Nacional de Mecanismo de Desarrollo Limpio, Moisés Álvarez. Los funcionarios plantean que los recursos mencionados podrían servir para paliar los costos en que incurren los países que son afectados por desastres ecológicos y de salud provocados por el calentamiento global.

Muchos huracanes y tormentas se atribuyen al cambio climático.
Alberto Rosario/Clave Digital
De esta forma, los países más poderosos podrían contribuir al proceso de regenerar la foresta como un mecanismo de mitigación en el qué los árboles sirven al proceso de disminución del dióxido de carbono que se encuentra disperso en la atmósfera.

Los funcionarios aseguran que República Dominicana también abogará porque los países desarrollados se comprometan a controlar la emisión de gases de efectos invernadero de sus industrias, para que su concentración no sobrepase las 350 parte por millón de dióxido de carbono.

Explican que el Gobierno dominicano también orientará su posición hacia la necesidad de que los impactos sobre la temperatura no lleven a una elevación de 1.5 grados centígrados del tope que tuvo el planeta antes del inicio de la Revolución industrial. Destacan que esta propuesta se considera de suma importancia en momentos en que algunos países desarrollados pretenden aceptar como normal un aumento de 2 a un 2.5 grados.

República Dominicana llevará su posición a la cumbre, que se celebrará en diciembre en Copenhague, Dinamarca, dentro del conjunto de las 43 islas denominada Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS), un mecanismo que además gestiona el apoyo de otras seis naciones del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).

EMISIONES NOCIVAS

“La peor matriz energética”

“En República Dominicana la combustión de combustibles fósiles constituye la mayor fuente de emisiones de dióxido de carbono (CO2), seguida por las emisiones no energéticas provenientes de procesos de minería/industria”, señala un estudio de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA). Destaca que la industria energética (incluyendo la electricidad) es la mayor fuente de combustión, seguido por el sector transporte. “Las emisiones de CO2 provenientes de la combustión de combustibles fósiles ha aumentado en 14% entre 1998 y 2000, mientras que el secuestro del carbono por bosques y otras biomasas se ha reducido en 1% durante el mismo período”. Omar Ramírez señala que República Dominicana ocupa, después de Cuba y Trinidad y Tobago, el tercer lugar entre los países del área que emiten más CO2 a la atmósfera. “Nosotros no sacamos petróleo del subsuelo, pero importamos 160 mil barriles diarios de petróleo y los tenemos que quemar y somos el país que tiene la peor matriz energética.

Consumimos petróleo por cinco países centroamericanos juntos. Nuestra matriz es un 88% dependiente del petróleo”.

Sólo el 15% de la capacidad instalada de producción de energía eléctrica del país se sustenta en hidroeléctrica, equivalente a 472.3 megavatios de un total de 3,146 megavatios, según un reporte de la Superintendencia de Electricidad. El informe señala que el 57.4%, equivalente a 1,805.1 megavatios de energía, se genera a partir de fuel oil del tipo 6 y 2. A esto le sigue el carbón, con 313.6 megavatios (10%) y el gas natural, con 555 megavatios (17.6%).

Ramírez destaca que al aliarse y buscar objetivos comunes, los 49 países podrían tener mayores ventajas al momento de negociar en el conjunto de las 193 naciones que estarán representados en la conferencia. Pero las expectativas de cambio se amparan en potencias como Estados Unidos, Japón y China, naciones que no envían buenas señales.

A la cumbre asistirá una delegación ministerial integrada por representantes de las secretarías de Estado de Medio Ambiente y de Relaciones Exteriores, así como del Consejo Nacional de la Oficina para el Cambio Climático. La posición del país estuvo sujeta a discusión dentro de organizaciones no gubernamentales como el Centro de Investigación para la Acción Femenina (CIPAF), Oxfam y el Instituto Dominicano de Desarrollo Integral (IDDI).

Iniciativa. El miércoles 17 los representantes de estas organizaciones se congregaron en el hotel Santo Domingo, de la capital, para debatir sobre el cambio climático en una actividad denominada “Consulta para Identificación de Alternativas en el Marco de la Décimo Quinta Conferencia de las Partes (COP-15) de las Naciones Unidas”.

David Luther, director del IDDI, valoró la actividad en la que habló sobre la amenaza que representa el cambio climático para República Dominicana y toda la isla de Santo Domingo. Recordó que si se convierten en realidad algunas proyecciones científicas a finales del presente siglo el país podría haber perdido un 14% de su territorio, además de que el 50% de los acuíferos entrarían en un proceso de hipersalinización.

Las organizaciones de la sociedad civil coinciden con el Gobierno en la necesidad de que los países ricos asuman el compromiso de dedicar el 1% de su PIB anual, lo cual representaría unos US$50,000 millones, a las naciones en desarrollo que requieren invertir recursos para revertir los efectos del cambio climático.

“Este dinero debe ser adicional a los compromisos asumidos por los países ricos como ayuda oficial para el desarrollo”, apuntan las organizaciones en un documento.

“Los nuevos fondos deben ser gestionados de acuerdo con los principios de equidad, subsidiariedad, transparencia y rendición de cuentas”, añaden.

Esperamos poder integrar una plataforma nacional que dé seguimiento y monitoreo a los acuerdos y compromisos a los que se llegue en la reunión de Copenhague”

María del Mar Mella, Activista del CIPAF
A las dificultades económicas que tienen los países en vías de desarrollo se suma la falta de institucionalidad, tal y como lo refleja un informe elaborado este año por Tanja Schuemer-Cross y Ben Heaven Taylor, para Oxfam International. El documento señala que la dificultad fundamental para enfrentar la problemática del cambió climático estriba en que “muchos de los países en los que se encuentra la población más vulnerable son precisamente aquellos en que la rendición de cuentas entre Estado y ciudadanos es más débil”.

Como ejemplo, el documento dice: “En noviembre de 2007, la República Dominicana sufrió el azote del huracán (sic.) Noel, que causó 85 muertos y el desplazamiento de decenas de miles de personas. El gobierno no había alertado a la población de la tormenta que se avecinaba y no garantizó su seguridad. Entretanto, el gobierno estaba siendo criticado por invertir grandes cantidades en obras públicas enormemente ambiciosas, como el nuevo metro de la capital”.