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jueves, 21 de enero de 2010

De pie ante el santuario, con la imagen de la Virgen de la Altagracia los dominicanos le rinden culto, a la vez que le piden que interceda por Haití. También dan gracias por la unión familiar, por la salud, y el bienestar del país.
A la Basílica de Higüey llegan devotos de distintas partes del país a profesar su amor a la Virgen de La Altagracia.
Alberto Rosario es en el mes de enero, del 10 al 26, cuando el santuario de Nuestra Señora de la Altagracia, en la provincia del mismo nombre, recibe la visita de la mayor cantidad de dominicanos que, de todas partes del país, que van a rendirle culto a su protectora y madre espiritual.
Gracias, peticiones, oraciones, ofrendas y cantos de alabanzas se dejan sentir en la Basílica de Higüey, lugar donde reposa la imagen de la santa, un cuadro pintado al óleo traído de España por los hermanos Alfonso y Antonio Trejo, del grupo de los primeros pobladores europeos de la isla.
La imagen representa la escena del Nacimiento de Jesús en el Pesebre de Belén, donde se destaca la maternidad de la Virgen. La figura de María en actitud de adoración: con sus manos unidas en forma de arco. Sobre su pecho se distingue una especie de rayo blanco (en forma de triángulo), expresión del nacimiento virginal de Jesús y que sube desde el pesebre, donde duerme el niño, hasta casi los hombros de la Madre.
Este año, además de dar gracias a la virgen por la unión familiar, por la salud, por bendecir al país, las peticiones de los dominicanos que visitaron la Basílica el pasado sábado, tuvo un común denominador: pedir a la madre de Jesús que interceda ante dios por Haití, país que fue devastado por un terremoto de magnitud 7. 0 grados en la escala de Richter.
LA HISTORIA
Por qué ese día. De acuerdo con los los historiadores, la fiesta oficial de la Virgen de la Altagracia es el 21 de enero, puesto que en esa fecha se celebró en la parte Este de la Isla la Batalla de la Sabana Real, donde el ejército de los españoles, encabezado por Antonio Miniel derrotó al ejército francés, el 21 de enero de 1690.
También hay una versión que dice, que los españoles le pidieron a la Virgen de la Altagracia que les ayudara a ganar la batalla. Por eso el 21 de enero realizaron una gran fiesta religiosa, en veneración a la Altagracia. Aunque su fiesta debería ser el 15 de agosto, debido a que en esa fecha fue traída la imagen al país, la del 21 de enero es la oficial y la que por muchos años ha permanecido sin cambios.
La aparición. Según el relato popular, la imagen de la Altagracia le fue dada por un anciano, de manera casi milagrosa, a un padre para su hija que le había pedido se la trajera de la capital. La imagen desapareció de la casa y se apareció en un naranjo. La retornaron a la casa, pero el hecho se repitió varias veces: desaparición de la casa y aparición en el naranjo. La gente, entonces, interpretó el acontecimiento como un deseo de la Virgen para que se le colocara en la ermita parroquial.Con cifras que hablan de más de 100 mil muertos, la ciudad más afectada fue su capital, Puerto Príncipe, donde se derrumbaron centenares de edificios con miles de personas en su interior, incluyendo el Palacio Presidencial, el palacio del Parlamento, la sede de la ONU, la catedral de la iglesia Católica, escuelas, hoteles, hospitales y bancos.
Tradición de fe. Al llegar este 21 de enero, día dedicado a honrar a la Virgen de la Altagracia, se espera que la Basílica haya sido visitada por cerca de un millón de personas, superando la cifra del año pasado que fue de más de 800 mil, dijo Juana Tejeda de Pérez, mensajera altagraciana de la Comunidad Siervos de Cristo Vivo.
“Oremos por el pueblo haitiano, María de la Altagracia intercede por Haití”, son de las plegarias que se escucharon decir en las oraciones que realizan los mensajeros altagracianos con los visitantes a la Basílica.
Flores, exvotos de cera, como manos, cuerpos, brazos, piernas, niños, ojos, velones, dinero, prendas, cabello, ropa, son de las ofrendas que los creyentes llevan a la virgen en agradecimiento por sus milagros. Las prendas, el dinero y la ropa se entregan en el área de donación y ofrendas.
Las filas para llegar hasta el santuario para tocar la imagen de la Virgen, orarle, presentarle un pariente enfermo o agradecer un milagro, se hacen largas y, no importa el calor, la lluvia o el tiempo que se esté de pie para hacerlo, pues todos quieren sentirla de cerca.
Según explica la antropóloga Virginia Roca, la Virgen de la Altagracia ha estado unida a todo lo que, simbólicamente, representa al pueblo dominicano.
Los velones forman parte de las ofrendas que se le hacen a la Virgen
Alberto Rosario“El pueblo dominicano tiene en su corazón, sea incluso, creyente o no, a la Virgen de la Altagracia como un símbolo muy poderoso que en cualquier momento de necesidad la aclama”, expresó.
Asegura que la devoción por esta virgen ha ido creciendo cada año.
Tocados por una santa.- Ángela Ramírez, creyente, de La Victoria, tiene cinco nietos, una de ellas, Fabiola Paulino, de nueve años, es epiléptica, por eso prometió a la virgen que si la curaba, se la llevaría para presentársela, junto a sus otros nietos.
Confiesa que después que hizo esa petición la niña ha mejorado mucho, por lo que no tardó en ir a agradecer a la virgen lo que considera un milagro.
“Desde que hice el pedido, a la niña ya no le dan los ataques que le daban y no se está tomando la medicina. Eso quiere decir que la virgencita nos ha escuchado”, asegura.
EL TESORO
De gran valor
El Santuario atesora valiosas prendas de valor histórico: el marco de oro y plata de la Virgen, con incrustaciones de piedras preciosas, donde se destaca la rica esmeralda rodeada de brillantes que su Santidad Pío X regaló al Arzobispo Adolfo Alejandro Nouel, en ocasión de su elección como Presidente de la República, y quien la donó a la Virgen de la Altagracia. Una gigantesca y artística custodia de oro de la época colonial; un elegante trono de planta con incrustaciones y campanillas de oro del año 1811.Otra creyente, Minerva María Mora, residente en Azua, llevó un corazón de cera, un exvoto que le había prometido a la madre de Jesús si la ayudaba a superar los problemas que tiene en ese órgano.
“Traigo este corazón todos los años, porque yo se lo ofrecí y cumplo; mientras yo pueda caminar vendré. Siempre vengo antes del 21. Me visto de morado porque también prometí venir vestida así”, aclara.
Yocelín Pineda, también de Azua, lleva en sus manos un velón que prometió a la virgen por devolver la salud de una hija, a quien fue a presentarle.
Dice que cuando pequeña, su hija se enfermaba mucho, por lo que prometió a la Virgen que si la sanaba, ella la visitaría todos los años y le llevaría un velón.
Otra señora que ofreció su testimonio de fe es Fernanda Rubio, una joven madre de dos niños que asegura que Nuestra Señora de la Altagracia sanó a su hija de ocho años, que nació con el ano imperforado. “La operamos y gracias a ella todo salió bien y la niña ha ido progresando sin ninguna complicación. Hoy vinimos a presentársela”, expresó.
POR QUÉ DAN GRACIAS
María Esther RestituyoCreyente
Alberto Rosario,Visita la Basílica con frecuencia. En esta oportunidad, además de orar ante el santuario de la Virgen, le llevó un pedido: que mantenga a su familia unidad; también pidió por la salud de ella y la de sus seres queridos, así como por el pueblo haitiano, víctima de un terrible terremoto que causo tantas muertes y la destrucción de su capital.
Dice creer fielmente en los milagros de la madre de Jesús. Como agradecimiento por sus bendiciones, le colocó dos velones en el área que para esos fines está habilitada en la parte trasera de la iglesia. Esta consciente de que la fe mueve montañas.
Víctor hernández Creyente
Reside en Nueva York y, anualmente, cuando visita el país no deja de ir a la Basílica. Acompañado por sus hermanas Milagros, Martha y dos sobrinos, Solangel López y Geilis García, salieron del santuario y se apresuraron a llevarle su ofrenda a la Virgen.
“Nosotros le damos las gracias por todo, después de Dios, Nuestra Señora de la Altagracia es lo más grande”, dice.
“Hoy tuvimos un motivo más para orar y pedir a la Virgen, y es que se apiade de nuestros hermanos los haitianos; que interceda ante Dios por ellos”, manifestó.
Julio AcostaCreyente
Alberto Rosario,Julio Acosta dice ser muy creyente y religioso, y por eso sus visitas a la Basílica las hace con frecuencia, sea o no el mes de enero.
Regularmente le lleva velones y está seguro de que las bendiciones y milagros de la Virgen existen.
Dice que si las personas le piden con fe, ella concede sus peticiones. Por eso le pide al pueblo dominicano y a los haitianos que pidan y oren con fe para que vean cómo después de la tormenta les llega la calma. Él también ha orado y ha pedido a la Virgen que vaya en auxilio de las familias de Haití y que calme sus dolencias.
Adelina Encarnación
Vestida con un traje color morado, porque hizo la promesa de visitar la Basílica con ese atuendo y llevar una ofrenda a la Virgen, la señora Encarnación está a la puerta de la iglesia esperando a su hija, que llegará con su nieta para presentársela a la Virgen. Según contó, hace tres años a su hija le realizaron una cesárea de vida o muerte, por lo que hizo la promesa.
Como no había cumplido, un día soñó que estaba en una iglesia muy grande y que una mujer vestida como la Virgen le estaba pegando con una correa, porque no había cumplido su promesa. “Decidí cumplir con la Virgen, porque ella todo lo puede. También le pido por todas las mujeres embarazadas para que las ayude y todo le salga bien.
Deysi DavisCreyente
Deysi Davisi viajo de la capital hasta la Basílica de Higüey para agradecer a la Virgen por dar a su hijo Jesucristo para salvar el mundo. También para agradecerle por todo lo que le ha dado, su familia, sus hijos, las bendiciones que recibe. En su visita, también le presentó una hija. Como ofrenda dice que siempre le lleva velones. Como fiel creyente en sus milagros, Deysi, asegura que la madre de Dios todo lo puede, por lo que pide a las personas orarle y pedirle con fe, hablarle de sus necesidades, porque ella los escucha a todos. "Hoy debemos de orar por el pueblo de Haití que está sufriendo mucho: debemos pedirle a ella que interceda por él".