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miércoles, 27 de enero de 2010

El mandatario minimiza, en entrevista con Alicia Ortega, los desórdenes en la distribución de la ayuda
PUERTO PRÍNCIPE, Haití.- La bandera ondea a media asta en el cuartel de la policía en las inmediaciones del aeropuerto Toussaint LOuverture de Puerto Príncipe, desde donde el presidente René Preval dirige, desde que ocurrió el terremoto, al golpeado gobierno haitiano.
En las afueras se congregan decenas de haitianos, en espera de respuestas. Tan pronto ven a Preval salir del cuartel vociferan reclamos para exigir comida y ayuda. De inmediato se incrementan las medidas de seguridad en torno a la instalación militar.
Minutos antes Preval conversaba con el ex presidente estadounidense Bill Clinton vía telefónica. Jocosamente le decía que no lo había podido recibir cuando visitó Haití la semana pasada porque el presidente dominicano, Leonel Fernández, había convocado la cumbre para ayudar a su país. En un momento Preval dijo al canciller dominicano Carlos Morales Troncoso: “Fernández fue el primero en venir, ahora todos quieren venir”.
Se trata de un presidente, en remisión de un cáncer de próstata detectado en el 2006, con una capital destrozada, centeneras de millares de muertos y aproximadamente un millón y medio de damnificados.
Alicia Ortega (AO): En su opinión ¿cómo están caminando los esfuerzos de recuperación?
René Preval (RP): Yo puedo comparar esta tragedia a una guerra en la cual la ciudad de Puerto Príncipe ha sido bombardeada durante varias semanas. En menos de un minuto la mayoría de los edificios del gobierno se cayeron. El Palacio Nacional, el Parlamento, el Palacio de Justicia, la mayoría de los ministerios, el gobierno estaba completamente paralizado. La Minustah estaba también muy afectada.
AO: Pero ya han prácticamente concluido las labores de rescate de personas con vida, ¿ahora hacia a dónde se dirigen?
RP: El teléfono se restableció, la circulación en las calles se hace normalmente, más de 73 mil cadáveres han sido recogidos de las calles y la ayuda internacional sigue llegando, pero tenemos que coordinarla. Lo más importante ahora es ayudar a la gente que se ha instalado en las calles, en las plazas públicas y ubicarlas en refugios provisionales para que puedan recibir comida, agua, recibir la ayuda necesaria en términos sanitarios. Y entonces sacar los escombros y también con cuidado los cadáveres que quedaron enterrados, porque pensamos que hay más debajo de los escombros, que los que hemos sepultado.
AO: La ayuda que está llegando parece lenta, la distribución y las personas parecen estar desesperadas en estos momentos.
RP: La ayuda llegó inmediatamente desde que el mundo supo de esta catástrofe. Pero esa ayuda tiene que ser organizada y vamos a organizarla para hacer llegar el socorro a la población.
AO: ¿Ustedes no tienen ni idea de que está llegando ni de que está siendo distribuido?
RP: Cuando la comunidad internacional supo de la tragedia, comenzó a llegar el auxilio, y de República Dominicana fue la primera ayuda que llegó, pero ni siquiera podían entrar en contacto con el gobierno, entonces es imposible saber exactamente.
AO: Ahora mismo la logística de la ayuda, ¿está en manos de quien, de la ONU, de Estados Unidos o del Gobierno?
RP: Cada quien hace lo que puede con sus propios medios. Lo que el gobierno tiene que hacer es coordinar, por ejemplo decirle a los dominicanos: mira esto es lo que quisiéramos que ustedes hicieran, esto es lo que es más importante. No tenemos los medios para hacer la distribución nosotros mismos.
AO: Las imágenes transmitidas demuestran desesperación por parte de la población. ¿Teme usted como presidente que esa violencia, esa desesperación cree inestabilidad para su gobierno?
RP: Las imágenes lo que hacen es reflejar la realidad, es una tragedia. Para que no haya desorden, hace falta que cada uno sepa que no es la única víctima, hay miles y miles de víctimas. La realidad es que la ayuda tiene que llegar a los que realmente han sido afectados. Hay una movilización de la sociedad civil, del sector privado, de las asociaciones de profesionales y de las iglesias para hacer llegar la ayuda a todo el mundo. Pero en todos los países donde ha habido una catástrofe de esta magnitud ha habido desordenes, lo hemos visto con Katrina en Estados Unidos.
AO: ¿Pero le preocupa que esto pueda provocar desestabilización en el país?
RP: Si no se le explica a la gente la magnitud de la catástrofe, si no se hace lo que hace falta para calmar el dolor de la gente, eso si pudiera producirse, pero actualmente no hay desórdenes que puedan desestabilizar la situación.
AO: Los medios han hablado mucho de las tropas norteamericanas. Se ha cuestionado quien está realmente en control en Haití, ¿si es Estados Unidos o es el gobierno Haitiano?
RP: Hay ayuda dominicana en Haití. ¿Quién va a decir que la República Dominicana tomó el control de Haití? Italia también ha enviado ayuda. ¿Se va a decir que Italia ha tomado el control del país? Los Estados Unidos tienen muchos medios y el presidente (Barack) Obama se ha empeñado y la secretaria (Hillary) Clinton ha hecho lo mismo. Lo que quisiéramos es que todo el mundo se emplee con la misma amplitud.
AO: ¿Qué le ha dicho a su pueblo cuando se ha dirigido a la población?
RP: Le expliqué que es como si hubieran caído aquí cinco bombas como las de Hiroshima. Lo que la gente tiene en común ahora es la solidaridad, que el vecino ayuda al otro vecino. El sector privado está trabajando con el gobierno haitiano y que el estado haitiano trabaja con los países que nos quieren ayudar.
AO: ¿Es usted creyente? ¿Cree en Dios?
RP: Es algo personal.
AO: Es personal, pero ¿ha dudado de su fe en estos momentos?
RP: No, un terremoto es una catástrofe natural que puede llegar en cualquier momento y donde quiera.
AO: Con esta solidaridad que ha demostrado el pueblo dominicano y usted lo ha reconocido, que fue la primera ayuda que llegó, el primer presidente que vino a verlo, ¿ha cambiado la visión que usted tenia del pueblo dominicano?
RP: Mi visión de las relaciones haitiano dominicanas no ha cambiado. Haití y República Dominicana son dos pueblos hermanos que tienen que vivir juntos. El presidente Fernández y sus dos mandatos han coincidido conmigo. Hemos puesto en marcha una comisión mixta que ha trabajado muy bien. Yo tenía la intención de estar en República Dominicana en este mismo mes antes de la catástrofe, pero mi amigo el presidente Leonel vino aquí.