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lunes, 21 de junio de 2010

Los dueños y manejadores de rutas son quienes llevan en sus hombros los trámites de franjas expedidas en el departamento del Ayuntamiento, órgano encargado de fiscalizar las rutas urbanas.
Máximo Laureano

Varios heridos como resultado de pelea por control de una ruta del transporte urbano
SANTIAGO.-Controlar la compra, venta y alquiler de franjas (permisos) en las distintas rutas del transporte urbano, las cuales abundan en manos de jefes de sindicatos, personas particulares y en una minoría entre los chóferes, sería uno de los temas de discusión de la gestión de Gilberto Serulle, a partir del próximo 16 de agosto, en la Alcaldía.El debate sobre el tema aflora tras las intenciones de varios regidores electos, comandados por Aulio Collado Anico, del Movimiento Independiente Unidad y Cambio (MIUCA), y Miguel Varona, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y otros, quienes han anunciado que una vez inicien su trabajo en el Consejo Municipal, auparán resoluciones para limitar que los manejadores de las rutas y personas ajenas al trabajo diario del concho tengan una gran cantidad de franjas, las cuales negocian sin ningún control de las autoridades municipales.
Las nuevas autoridades quieren regularizar el negocio del "concho".
Máximo Laureano.Los ediles estarían procurando que esta situación cambie a favor de los chóferes para que sean estos quienes manejen los permisos de manera directa, sin la intermediación de los jefes de sindicatos y empresarios del transporte.Los dueños y manejadores de rutas son quienes llevan en sus hombros los trámites de franjas expedidas en el departamento del Ayuntamiento, órgano encargado de fiscalizar las rutas urbanas.Ante los fallidos intentos de fortalecer el transporte colectivo, absorbido por la corrupción estatal y los intereses particulares del “grupismo sindical”, el transporte urbano de Santiago se ha convertido en un negocio millonario, no por los RD$ 15,00 que cuesta el pasaje, sino por la venta y alquiler de franjas entre las rutas y los sindicatos.Según datos manejados por chóferes y sindicalistas en la actualidad el costo de uno de estos permisos está entre RD$ 80,000 y RD$ 300,000, estos precios varían de acuerdo a la demanda y a la importancia de la ruta.Los conductores que no poseen la franja están obligados al alquiler, por el cual se pagan entre RD$400 y 1,200 semanal.
Unos 5 mil autos cubren rutas en Santiago.
A pesar de la alta cotización de las franjas en el mercado del transporte urbano, el Ayuntamiento sólo cobra RD$ 400 por la expedición de estos permisos. Este pago es válido por un año.En Santiago el transporte urbano cuenta con el desplazamiento de más de 5 mil carros integrados en 28 rutas reguladas y fiscalizadas por el Ayuntamiento local. Este sistema de transporte de pasajeros es defendido con "uñas y dientes" por los sindicalistas o “empresarios del volante”, quienes a partir del 16 de agosto estarían en la mira de los regidores electos, quienes se proponen que se apruebe resoluciones para que los chóferes sean lo más beneficiados del negocio.Los manejadores del actual sistema del transporte urbano alegan que los santiagueros han tenido un servicio seguro y organizado que, según los sindicalistas, ha suplido de manera efectiva la vacante dejada por el colapso del sistema del transporte colectivo.El transporte urbano local es también compartido por con las pocas unidades de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), que quedan en los corredores, fundado el 19 de septiembre de 1999. También se mantiene la ruta de las "banderistas", una línea de concho que se ha hecho tradicional en la avenida 27 de febrero, antigua Central. Los manejadores del transporte urbano de Santiago consideran que el mayor logro obtenido como transportistas ha sido mantener por cerca de medio siglo la organización del transporte urbano, sin contar con una estructura de Estado que trabaje en esa dirección.Las 28 rutas de urbanas que ofrecen servicios en Santiago están compuestas por carros en su totalidad, la mayoría de estos en buenas condiciones. Pero considerados por algunos sectores como un sistema inadecuado para este tiempo, debido a que su poca capacidad multiplica la presencia de vehículos en las calles, situación que provoca un caos permanente en las calles de Santiago, además del excesivo uso de combustible.
Existen unas 28 rutas, que brindan servicio a la ciudadanía de Santiago.
Los trastornos viales, sobre todo en la parte conocida como “casco urbano”, donde se cree que entran a diario más de 54,000 vehículos, es el mayor problema del tránsito. Los chóferes alegan que hace falta un rediseño de los recorridos para mejor desenvolvimiento de las rutas, debido a que el universo de automóviles ha crecido.El sistema de estacionamiento regulado de los parquímetros, inaugurado el 6 de julio de 2006, no ha aportado significativos resultados en este sentido.HistoriaEl concho urbano en Santiago se inició en 1962, con la incursión de la ruta A, que en la actualidad tiene uno de los recorridos más largo de la ciudad.Para esta época, la cantidad de carros que circulaba sobrepasaba la demanda de los pasajeros, por lo que se decidió crear las franjas con los colores azul y amarillo para que trabajen interdiario.Aunque esta es la fecha registrada como el inicio del transporte urbano (1962), hay quienes señalan que el transporte de pasajeros inició entre 1952 y 1954, con dos chóferes uniformados, uno que se ubicaba en la calle 30 de marzo y otro en el parque conocido hoy como Los Chachases, en la calle Sabana Larga.