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sábado, 16 de octubre de 2010

La campaña para la segunda vuelta está dando especial importancia al aborto y la religión
Ganó la primera vuelta
SAO PAULO.- El polémico tema del aborto mantiene su protagonismo en las elecciones brasileñas y un nuevo capítulo fue agregado hoy al intercambio de acusaciones entre los candidatos Dilma Rousseff y José Serra.Según el diario Folha de Sao Paulo, la psicóloga y ex bailarina chilena Mónica Allende, esposa del opositor Serra, admitió en 1992 a sus entonces alumnas de ballet en la Universidad de Campinas haberse practicado un aborto en la época en que la pareja era perseguida por las dictaduras de Chile y Brasil.La afirmación de dos ex alumnas de Allende citadas por el matutino causó revuelo, después que la esposa de Serra, en un mitin electoral en septiembre pasado en Río de Janeiro, afirmó queRousseff era una "devoradora de niñitos", por supuestamente pretender legalizar el aborto en Brasil en caso de ser elegida.La bailarina brasileña Sheila Ribeiro, de 37 años y esposa del antropólogo italiano Mássimo Canevacci, y otra ex alumna de Allende que prefirió omitir su nombre, confirmaron al diario el rumor que yacirculaba en algunos foros de internet."Quiero dejar mi indignación por la posición débil de José Serra,que no respeta ni a su mujer. Mónica Serra ya se hizo un aborto. Con el respeto que debo a mi profesora, quiero revelar que nuestrasclases trataron el aborto traumático. Ella contó que se hizo unaborto, pero no quiero decir que fue una confesión", apuntó Ribeiro.Serra, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), pasó al segundo turno con un 32,61% de los sufragios frente a los 46,91% de la oficialista Rousseff, del gobernante Partido delos Trabajadores (PT).La campaña para la segunda vuelta está dando especial importancia al aborto y la religión y ambos candidatos han defendido con vehemencia su oposición a la interrupción del embarazo y hanreafirmado su fe en un intento por capitalizar el voto católico.Rousseff reiteró el viernes su oposición al aborto y se comprometió a no flexibilizar la legislación actual en caso de ser elegida en la segunda vuelta de las elecciones, el próximo día 31."Estoy personalmente en contra del aborto y defiendo el mantenimiento de la legislación actual sobre el asunto", declaró Rousseff en una carta de seis puntos a la ciudadanía, que abordaotros asuntos sociales, difundida por los medios del país.En Brasil el aborto está prohibido excepto en caso de violación o de peligro a la vida de la madre.En los días previos a la primera vuelta de las elecciones, celebradas el 3 de octubre, varios medios se hicieron eco de unas declaraciones de Rousseff en 2007 en las que dejaba entender que eraproclive a una flexibilización de la ley del aborto, un factor que según analistas políticos pudo haberle restado votos.El domingo, en el primer debate televisivo de la segunda vuelta, Serra criticó duramente a Rousseff por sus posiciones "incoherentes" acerca del aborto y su fe en Dios."Yo nunca defendí el aborto. Usted sí lo defendió y ahora pasa a decir lo contrario y a hacerse la víctima. En algunas entrevistas ha dudado de la existencia de Dios y ahora se vuelve una devota",espetó Serra a Rousseff en el debate celebrado por la televisión Bandeirantes.