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miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Gobierno de EE.UU. pide al de Irán "que detenga esta ejecución y que conceda a la señora Ashtianí el proceso como es debido y trato justo que ella merece", agregó el portavoz.
WASHINGTON.- EE.UU.- La Casa Blanca condenó hoy "en los términos más contundentes" los planes de Irán de ejecutar a Sakineh Mohammadi Ashtianí, condenada a muerte mediante lapidación tras haber sido declarada culpable de adulterio.
En un comunicado, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, indicó que "la falta de transparencia y de un proceso como es debido en el caso de la señora Ashtianí, y las medidas subsiguientes adoptadas contra su abogado y su familia, son inaceptables".
"Condenamos en los términos más contundentes los aparentes planes del Gobierno iraní de proceder con la ejecución" de Ashtianí, agregó Gibbs.
El caso, agregó Gibbs, "demuestra el desprecio fundamental del Gobierno iraní por los derechos humanos, incluidos los de las mujeres".
El Gobierno de EE.UU. pide al de Irán "que detenga esta ejecución y que conceda a la señora Ashtianí el proceso como es debido y trato justo que ella merece", agregó el portavoz.
Ashtianí, de 43 años, fue condenada a muerte en 2006 tras ser declarada culpable de adulterio por mantener relaciones con dos hombres tras la muerte de su esposo.
Mas tarde, también fue acusada de ser cómplice en el asesinato de su marido y desde entonces permanece ingresada en un cárcel de Tabriz, en el norte del país.
Según el Comité Internacional contra la Lapidación, esta ciudadana iraní será ejecutada este miércoles.El Comité Internacional contra la Lapidación ya había informado el pasado día 11 de que el hijo de Ashtianí había sido detenido por la policía iraní junto al abogado de su madre y a dos periodistas alemanes que pretendían entrevistarle.
El Gobierno alemán confirmó posteriormente la detención de los dos germanos, supuestamente un reportero y un fotógrafo, identificados por medios alemanes como periodistas del Bild am Sonntag, que fueron detenidos y encarcelados el pasado 10 de octubre en Tabriz.
La sentencia de muerte por la lapidación contra Ashtianí ha provocado una campaña internacional por parte de los grupos pro derechos humanos para evitar este castigo que rige en Irán desde las Revolución Islámica de 1979, aunque no se llevaba a cabo desde 2007.