LA ROMANA.- La Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), gracias a la capacitación continua a que somete a sus miembros, a cada momento detecta nuevas artimañas de los actores del microtráfico para evitar ser apresados, entre ellas simular estar tomando agua de una fundita cuando los agentes penetran a un lugar determinado. Y como el personal actuante recibe “entrenamiento especial”, sobre todo en lo relativo a observar las actuaciones de los delincuentes, este detecta con cierta facilidad los malos hábitos de esos sujetos enquistados en ese segmento del bajo mundo, pero con mayor certeza se produce cuando los “muchachos” provienen de sectores populares.Un caso reciente, ilustrado por la DNCD a modo de ejemplo, fue el arresto de un sujeto identificado como Germán Waily Calcaño, de 35 años, un violento individuo de un barrio periférico de esta ciudad que abiertamente se dedicaba a la venta de estupefacientes, pero amparado en sus artimañas burlaba con frecuencia a las autoridades.
En forma recurrente apelaba al truco de la fundita de agua, es decir que simulaba estar tomando el líquido, al momento de la llegada de los agentes, pero al ser descubierto junto a otros sujetos le fue montada una vigilancia de tres días hasta ser sorprendido “con la mano en la masa”, una tarea que se había propuesto la DNCD.
Y como ya conocían esa artimaña, y otras tantas ya detectadas, aprendida en los talleres continuos a que asiste el personal antidrogas, la fundita de agua le fue arrebatada al citado individuo, logrando incautarle en el acto una considerable cantidad de marihuana que escondía mediante el empleo de la indicada treta.
La escena se produjo frente a un colmadón de la calle Espaillat, en el centro de esta ciudad, donde Waili Calcaño se encontraba sentado sobre una motocicleta marca Jincheng AX-100, sin placa, vehículo que está en poder del Ministerio Público para ser anexado al expediente como cuerpo de delito.
En total, la División Este de la DNCD, con asiento en La Romana,
apresó a otras 38 personas vinculadas al microtráfico en esta ciudad y en Higüey, en poder de las cuales ocupó 312 porciones de cocaína, 150 de crack y 477 de marihuana. Todas emplean diferentes artimañas para vender narcóticos.
Entre los detenidos en La Romana figuran Julio César Vásquez,
alias a Ñoñolo; Osvaldo Reyes Salas, Carlos Manuel Ruiz Castillo, Deyanira Griffin Marte, apodada La Bella; y Robinson Luis Charles, llamado El Duro. Están en poder del Ministerio Público.
Y en Higuey cayeron en manos de la DNCD Arturo Damián Evangelista, apodado Morenito; Daniel Galván, alias Diente; Eliezer Mejia Guerrero, de sobrenombre El Rano; Heriberto Burgos Vásquez, conocido como Ramoncito; y Francis Santana, quien no tiene nada ver con el famoso cantante del mismo nombre y apellido.
