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sábado, 31 de marzo de 2012

Ocupan arma homicida, dinero, cheques, motocicleta y otras evidencias.

Capitán asesinado Ramón Jiménez MonteroSANTO DOMINGO.- Uno de los cuatro presuntos asesinos del capitán de la Policía Nacional, Ramón Jiménez Montero, cayó abatido anoche al enfrentar agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM) que trataron detenerlo en Barahona.


En horas de la tarde de ayer fueron apresados otros dos, mientras que otro es perseguido por las autoridades para responder sobre el hecho.

La Policía Nacional informó que el presunto delincuente muerto es Félix Alexis Valdez Espinal (Huber), de 22 años, en cuyo poder se ocupó una pistola de marca y numeración no precisadas, mientras que en operativos desplegados la tarde de ayer en el Caliche, de Cristo Rey, fueron apresados Henry Mojica Ramírez, de 31, y Ronny Ureña, de 20, quienes admiten su participación en el crimen del referido oficial, al que alegan planificaron atracar para despojarlo de dinero que depositaría en una sucursal bancaria.

La Policía agregó que con relación al asesinato del capitán Montero, perpetrado la mañana del pasado jueves detrás del Ayuntamiento del sector Villas Agrícolas, del Distrito Nacional, es perseguido, además, el nombrado Carlos Báez Toribio (Joel), de 22 años, a quien se le exhorta entregarse por la vía que entienda pertinente, para que responda por los hechos que se le imputan.

En torno a la acción legal en que resultó muerto Huber, la institución del orden explicó que éste agredió a miembros de la uniformado que trataron de apresarlo en Batey Bombita, de Barahona, donde se refugió tras participar en el asalto que degeneró en el asesinato del capitán Montero.

En el proceso investigativo se pudo determinar que Henry fue la persona encargada de manejar la motocicleta en la cual escaparon de la escena sus cómplices de fechoría.

Mientras que en la casa de Ronny, ubicada en la calle Respaldo Isabela, del Ensanche Capotillo, fue donde se planificó el asalto contra el oficial, al que previamente había ubicado, ya que con frecuencia realizaba depósitos de dinero, perteneciente a un Almacén de provisiones. Fue en esta vivienda donde los autores repartieron el dinero despojado al malogrado oficial, quien caminaba junto al señor Federico Taveras Grullón, al momento de ser interceptado por sus agresores.