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lunes, 19 de enero de 2015


IMG_20150117_174122HATO MAYOR.- Un hombre decidió poner fin a su vida al suicidarse de un balazo a la cabeza, tras ser sorprendido por empleados de una finca con dos vacas descuartizadas, en hecho registrado en la comunidad ganadera de Viviana, distrito municipal Vicentillo, a unos 50 kilómetros al norte de la provincia El Seibo, reportó la policía.
Luis Alberto Severino (Kínder), de 39 años , residente en Hato Mayor, se habría producido el balazo por la sien derecha con salida por la izquierda con una pistola 9 milímetros, que portaba ilegalmente.
La víctima estaba en libertad condicional, acusado de supuestamente participar en la muerte de un comerciante en la comunidad de El Rancho, en Vicentillo y por cuyo hecho está preso un hermano en la cárcel de El Seibo.
Además a Kinder se le ligaba a las operaciones del narcotráfico, siendo apresado en varias ocasiones.
El supuesto cuatrero viajaba en una camioneta color vino de doble cabina y al verse acorralado se desmontó con pistola en mano.
“El trató de dispararnos, pero le advertimos que no lo hiciera, por lo que él sacó un dinero del bolsillo y nos pidió que se lo dieran a su hija, porque se iba a matar por la vergüenza que le daría a la familia al saber que robaba vacas”, dijo Gerardo Rosario Félix, administrador de la finca, donde fueron descuartizadas las dos vacas lechera.
Al dispararse, su cuerpo quedó boca arriba en medio de un charco de sangre y la pistola le quedó debajo de la pierna izquierda.
A dos metros de la cabeza, fue localizado el casquillo del arma disparada.
Vestía botas de goma, un Jean azul y una franela blanca.
El vehículo, una camioneta Ford, color vino, placa número L089698, quedó encendida y sobre la misma, tapada con una lona, había dos reses descuartizadas.
Según el administrador de la finca, unas 20 reses habían sido descuartizadas por cuatreros, por lo que se pusieron al acecho.
En el levantamiento del cadáver participaron la fiscal Kenia Romero, la legista, Teresa Aquino y miembros de la policía.
Tras ser levantado el cuerpo fue llevado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), en San Pedro Macorís, para fines de necropsia.
Para fines de investigación fueron detenidos los encargados de la finca, donde fueron hurtadas las reses.