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lunes, 15 de febrero de 2016

Seis personas hospitalizada en Nafragio Guayacanes. Foto: Elieser Tapia.

Familiares de los sobrevivientes del naufragio acudieron al hospital Antonio Musa, de San Pedro, a reconocerlos y darles su apoyo.
San Pedro de Macorís.-“Al lado mío se murieron unos cuantos, yo los ayudaba, pero al final había que soltarlos. Uno de ellos quería ahogarme, agarrándome por el pescuezo y tirándome trompones. Amarré otros cuantos, pero como quiera se ahogaron.
Tuvimos que soltar a cinco en fila y luego dos más, porque los que se morían los tirábamos de la yola”.
Ese es el testimonio de Claudio Alejandro Tapia, uno de los ocho sobrevivientes del naufragio de la yola que partió el pasado miércoles desde la playa de Guayacanes con destino a Puerto Rico y que zozobró con 21 polizones en alta mar.
Gracias a la voz de alerta de un pescador, miembros de la Defensa Civil de Guayacanes rescataron a Héctor Vicente Prado, Juan Carlos Peralta, Claudio Alejandro Tapia, Santo Israel Pérez y a las mujeres Griselda de la Rosa Rondón y Josefina Recio, quienes fueron llevadas al hospital Antonio Musa, de San Pedro de Macorís, con quemaduras de primer y segundo grado, desorientación y deshidratación severa.
Las otras dos personas (de las que se desconocen sus nombres), fueron trasladadas a la División de Inteligencia Naval en el municipio de Santo Domingo Este, para los fines de investigación.
Condición estable
El doctor Guillermo Hernández, director del hospital Antonio Musa, aseguró que los rescatados están en condición estable y aunque no presentan ningún riesgo, aún permanecen en observación.
“Tuvimos que habilitar una sala en el área de maternidad del hospital, al recibir la mañana del sábado a cuatro hombres y dos mujeres que fueron rescatados en alta mar. Otros dos están siendo interrogados allá en la Marina, en Santo Domingo y de los otros no sabemos”, explicó Hernández.
Dos días deambulando
Acostados en camillas, piernas abiertas y cubriendo con una sábana blanca de hospital las quemaduras que tienen en el vientre, piernas, cuello y en otros lugares que no se dejan ver, los náufragos cuentan a EL DÍA, con los labios quemados por el sol y la lengua blanquecina, la angustia que pasaron al ver morir a sus compañeros de viaje y esperar a los que salieron con salvavidas a buscar la ayuda que durante casi dos días no llegó.
“No me gusta hablar de eso. Lo único que a mí me preocupa es que los que salieron a buscar ayuda no regresaron. Yo quisiera saber dónde están ellos, qué les pasó.
Eso es lo único que me desalienta, pensar en los demás, me decían vamos a salir a ver si encontramos rescate y ni llegaba rescate ni llegaban ellos. Desde el jueves estábamos esperando la ayuda”, cuenta entre sollozos Griselda.
Mientras que Héctor Vicente Prado se lamenta por su hermana Valeria y su primo Willi, quienes también iban en la yola y no ha vuelto a saber de ellos.
Cuenta que más de 20 personas estaban en la yola desde el miércoles en la mañana y que el jueves por la noche una gran ola les hizo zozobrar, dispersándose un grupo por el impacto y otros en busca de ayuda.
“En un momento así uno piensa que se va a morir todo el mundo. Yo me iba para Puerto Rico a buscar una mejor vida, porque aquí no hay na”. Yo pagué 20 mil pesos primero y me cobraban ciento y pico, pero el dueño del viaje murió”, dijo Vicente Prado.
A su vez, Tapia considera que si la Marina ni los pescadores han encontrado a los que se fueron por ayuda, deben estar muertos, ya que “si no los mata el hambre o la sed o hace un “pescao”, porque estábamos en el mar Caribe, y nos pasaron tres tiburones por el lado, lo que pasa es que nosotros no nos desesperamos”.
Su origen
Según consta en el registro policial de San Pedro de Macorís, las personas rescatadas son oriundas de Villa Mella, Santo Domingo; Montecristi; Nagua; Santiago de los Caballeros; Castillo, Pimentel, provincia Duarte; y petromacorisanos.
Al preguntarles el motivo por el cual salían del país en esas condiciones y justamente a Puerto Rico, algunos respondieron: “A buscar una mejor vida, porque aquí no hay nada”; mientras que la mayoría coincidía en que “son locuras que se le meten a uno”. Todos los entrevistados coinciden en que el capitán de la yola, un tal Chichí, falleció durante el naufragio y que desconocen el nombre del organizador del viaje. Algunos e negaron a decir cuánto pagaron.
Familiares acuden con fotos a buscar a sus desaparecidos
Al hospital Antonio Musa de San Pedro de Macorís se dieron cita varias personas con fotos de sus familiares para investigar si ellos eran de los rescatados o desaparecidos.
Yudelka Reyes, compungida y con una foto de su hermano Guillermo, aprovechó la presencia de los periodistas de EL DÍA para entrar al hospital y preguntar a los allí presentes si lo habían visto. “Mi mamá está enferma y no puede venir, desesperada me pidió que viniera a saber de él”, dijo esperanzada al recibir la respuesta de que a su hermano le apodaron “el buzo” porque fue uno de los que salió a buscar ayuda.
Otros dos hombres, que se negaron a ser identificados, no recibieron tan buena noticia al escuchar: “ese fue el primero que se ahogó”, al presentar la foto de su familiar.
El informe policial explica que en la yola con destino Puerto Rico iban 21 personas, cinco mujeres y 16 hombres, y rescatados solo ocho. Sin embargo en la Armada aseguran que los afectados están desvariando y solo eran ocho personas en total.