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sábado, 26 de mayo de 2018

Javier Flores
Santo Domingo
Las muertes violentas en atracos y riñas se incrementaron durante esta semana que casi termina, dejando al menos nueve víctimas.
Hasta anoche nueve personas han sido asesinadas, entre ellos un excapitán, dos vigilantes y tres mecánicos, una pareja de esposos y un hombre que murió a manos de su pareja.
Sin embargo, de estos hechos sangrientos hubo uno que consternó  a la comunidad de La Toronja, en Santo Domingo Este, donde un raso de la  Policía junto a su padre dieron muerte a tres mecánicos durante una riña originada por un parqueo.
Las víctimas son Miguel Luis Sosa Santana, Miguel Ángel Montero, Erickson Fernando Ramírez, Eduardo Díaz García, de 34 años, Yaritza Rocha, de 32 años de edad, Blas Belén Vázquez, de 54, Antonio Reyes, de 57 años, y Mélido Amador Vizcaíno, de 62 y Ramón Sánchez González, de 47.
El caso de La Toronja se originó por una vieja disputa por un parqueo que utilizaban los mecánicos propiedad de los matadores, el raso de la Policía Juan David Cuevas Acosta y su padre, Simón Cuevas Peña, quien ayer fueron enviados a prisión preventiva por un año.
Mientras que Díaz García fue asesinado de una estocada por su pareja sentimental, identificada como Sichel Núñez, de 20 años.
El hecho ocurrió en la residencia de estos en la ciudad de Santiago de los Caballeros.
En tanto que, en Cotuí, la pareja compuesta por Yaritza Rocha y Blas Belén Vázquez, fueron asesinados en su vivienda, cuando supuestamente penetraron desconocidos con fines de asalto.
Los informes revelan que los esposos conversaban en la galería de su casa y que desconocidos sin mediar palabras les dispararon.
Asimismo, en Baní, desconocidos ultimaron a balazos a los vigilantes Antonio Reyes, y Mélido Amador Vizcaíno, cuyos cuerpos fueron encontrados en una envasadora de gas, ubicada en el kilómetro 1 de la carretera Sánchez (entre Baní y Azua), donde laboraban.
La noche del jueves, dos asaltantes también mataron al capitán Ramón Sánchez González, mientras este se encontraba frente a su residencia, ubicada en el sector Brisas del Este, en Santo Domingo Este.
Otro militar que se vio afectado por la delincuencia fue el encargado de Relaciones Públicas de la Armada de República Dominicana (ARD), Augusto Lizardo, quien recibió un disparo en un presunto asalto.