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miércoles, 11 de diciembre de 2019


El 2019 cierra con números rojos para el sector salud, específicamente por el incumplimiento de la Ley General de Salud 42-01y del reglamento 138-03 que regula el ejercicio de la cirugía plástica, estética y reconstructiva en República Dominicana. En lo que va de año, al menos nueve pacientes han perdido la vida y unos 10 centros de estética han sido clausurados.


La disposición más reciente por parte del Ministerio de Salud Pública del cierre total, pero de manera temporal, involucra a Dermo Stetic Láser Clinic, centro que ha sido cerrado tres veces, dos este año, tras la muerte de pacientes que se sometieron a cirugías estéticas.

El 6 de diciembre falleció Yoselin Agramente, de 44 años, a quien se le practicó una lipoescultura. Mientras que en enero de este mismo año perdió la vida Julia Arias Almonte, de 27 años, tres horas después de una cirugía plástica.

Según las autoridades, miembros del personal de salud trabajaban de manera irregular y no estaban autorizados por la entidad sanitaria. También encontraron tecnología no adecuada de acuerdo a los servicios ofertados, sala de cirugías con dimensiones no habilitadas correctamente para realizar procedimientos y la falta de equipos de emergencias y de soporte en lo que citaron: negatoscopio, esfigmomanómetro estetoscopio, oxigeno integrado o tanque de oxígeno, manómetro, oxímetro digital, silla de ruedas y sistema contra incendios o extinguidores.

Dermo Stetic Láser Clinic está ubicado en la calle 13 esquina Armando Oscar Pacheco, número 11, en la urbanización Fernández en Santo Domingo.

En febrero, las autoridades también dispusieron el cierre temporal de la clínica de estética Clideme, por no reunir las condiciones establecidas en la Ley General de Salud 42-01 y su reglamento 1138-03, de habilitación de centros de salud.

El equipo técnico de Salud Pública identificó en el centro un consultorio, dos habitaciones, un área de masajes y cosmetría, un quirófano (para la realización de intervenciones quirúrgicas) con área de medicamentos y esterilización, sin contar con la debida autorización por la autoridad sanitaria, por tanto se procedió al cierre.

La clínica está ubicada en la calle Juan Bautista de la Salle en la Urbanización Renacimiento, del Distrito Nacional.

Otra disposición de cierre total afectó en abril a la clínica Minier Hernández, en Santiago, por no cumplir con los protocolos que la acreditan para poder realizar cirugías estéticas.

La clínica está ubicada en la avenida Hermanas Mirabal y esa fue la segunda ocasión en que fue inspeccionada en menos de un año.

Las autoridades comprobaron que pese al aviso de que no debían realizar cirugía estética la estaban practicando, por lo que procedieron al cierre de manera temporal de dicho centro.

En mayo, la muerte de Altagracia Díaz, de 51 años, por un embolismo graso con shock de pulmones e insuficiencia respiratoria, provocó el cierre total, aunque temporal, del Centro Internacional de Cirugía Plástica Avanzada (CIPLA).

La comisión designada por el Ministerio de Salud para investigar la muerte de Díaz, también sustentaron el cierre temporal del centro de salud en otras irregularidades como medicamentos vencidos en la farmacia y la unidad de cuidados intensivos de la clínica, así como violación a la resolución 08 del 2015, ya que el establecimiento de salud contaba en ese momento con 12 quirófanos y estaba habilitado para seis, y que éstos no disponían de carros de paros. Además, solo tenían un desfibrilador, cuando el protocolo dispone que debe haber uno en cada espacio quirúrgico.