Las acciones son intentos para volver a la normalidad, sin embargo, el panorama del lugar refleja los estragos causados por inundación que según los residentes en la zona no tiene precedentes.
Las marcas de la altura que alcanzaron las aguas, que en algunos puntos sobrepasa el primer nivel de una vivienda, paredes derribadas y ajuares del hogar esparcidos en las calles llenas de lodo son solo parte del drama que viven los lugareños, quienes dicen haber recibido alimentos, colchones, colchonetas y otros artículos del hogar.
Dicen haber recibido la visita de diferentes funcionarios del Gobierno encabezados por el propio presidente de la República, Luis Abinader quien ha prometido la reconstrucción de las casas y negocios afectados y diversas iniciativas orientadas a recuperar el lugar.
Mientras contempla los destrozos que sufrió su negocio de venta de comida rápida en el sector, Lino de la Cruz dice estar confiado en que logrará reestablecer su comercio, aunque los daños son cuantiosos.
"Dios tiene más que darnos que nosotros que pedirle", dice esperanzado el padre de cuatro hijos, cuyo negocio era el único sustento de su familia.
Al igual que él en la zona abundan las historias de personas que perdieron todas sus pertenencias en la inundación.
