La preocupación de los trabajadores es que tal vez no puedan llevar pan a sus casas, según explicó Eusebio Ferias, albañil que labora en el cementerio de la Máximo Gómez desde hace 40 años y cree que el flujo de personas no será igual. “Cayó día de trabajo, si fuera fin de semana vienen más personas y esto me genera preocupación porque no podré picar mi dinerito como acostumbro hacer”, dijo Ferias.
El mismo temor tiene en el cementerio Cristo Salvador Altagracia Rosario, vendedora de flores, quien dijo que la venta ha bajado más debido a que las personas llevan sus flores y velas ocasionando pérdida para este tipo de negocios.
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“No han llegado muchas personas, esto ha estado lento, me siento preocupada porque dependo de este trabajo”, expresó.
Mientras Leonela Santos, vendedora de velas y flores en el cementerio Los Casabes, dijo que el alza de precios marcada por los mayoristas ha afectado el negocio, viéndose obligada a subir el costo de sus mercancías.
“La subida de productores y distribuidores luego de la pandemia incrementó, por eso me he visto obligada a subir el precio de las flores y por esa razón las personas prefieren comprarlas en otros lugares más baratas”.
Dan mantenimiento
Ayer las brigadas de las alcaldías del Distrito Nacional, Santo Domingo Norte y Santo Domingo Este retiraban escombros y basura, desyerbaban tumbas con picos y machetes y retocaban la pintura de las tumbas para que los familiares visiten a sus deudos en un ambiente digno y adecuado.
Benito Vargas, limpiador del cementerio de Villa Mella, resaltó el acondicionamiento del cementerio tras múltiples denuncias del descuido del camposanto. “El cementerio tiene verjas nuevas pintadas y mensualmente el ayuntamiento viene y realiza el levantamiento en caso de que falte algo más, el trabajo se está realizando”, sostuvo.
De igual manera se expresaron en el cementerio Cristo Rey, mientras en el Cristo Redentor la entrada principal y las manzanas 6 y 9 lucían relucientes, en cambio la parte posterior está en malas condiciones por el cúmulo de basura y los hoyos de las calles.
En estos dos últimos cementerios las administraciones le aseguraron a los reporteros que necesitaban un permiso para recorrer dichos espacios.
