«El Gobierno dominicano sigue con profunda preocupación los actos de violencia ocurridos en el aeropuerto de Puerto Príncipe en el día de ayer y rechaza las maniobras que retrasaron el regreso a su oficina del primer ministro, Ariel Henry», precisó el Ejecutivo dominicano en un comunicado.
En su nota, el Gobierno dominicano afirmó que seguirá «dando estrecho seguimiento a la situación» en el vecino país y continuará «tomando todas las medidas necesarias para mantener la seguridad y la paz en nuestra frontera y territorio».
Durante el ataque ayer a la residencia de Henry, ubicada en el sector Delmas 60, en Puerto Príncipe, se registraron daños materiales y se oyeron fuertes disparos, mientras que varios vehículos resultaron con los cristales rotos, según informaron medios locales.
Posteriormente, los manifestantes trasladaron su protesta a los alrededores del aeropuerto Toussaint Louverture de Puerto Príncipe, donde levantaron barricadas y quemaron neumáticos, provocando la paralización del tráfico y retrasando el aterrizaje del avión en el que Henry regresaba de Argentina tras participar en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Haití vive inmerso en una aguda crisis en todos los órdenes y en una espiral de violencia, ante lo cual sus autoridades han pedido el envío una fuerza extranjera.