Después de varios meses de crisis debido al cierre de la frontera, en la zona se observa un panorama de tranquilidad y un flujo masivo de vehículos hacia Dajabón.
A pesar de que las autoridades del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI) estuvieron presentes en la caseta habilitada para el control biométrico, pocos haitianos se resistieron a ser registrados. Se les permitió ejercer el comercio y pasar por el área de Aduanas y Migración de la antigua terminal de Dajabón, la cual los haitianos describen como lenta y con un servicio deficiente.
La puerta fronteriza del lado haitiano, que fue derribada por los haitianos la semana pasada, ha sido retirada y llevada a un taller en la comunidad Juana Méndez para su reparación.
