El mandatario destacó que la crisis en Haití merece una atención especial y recordó que desde hace más de tres años, la inestabilidad en el país vecino ha generado una presión significativa sobre la seguridad de República Dominicana.
En ese sentido, puntualizó que el Estado dominicano ha asumido una alta responsabilidad «mucho más allá de lo que le corresponde», proporcionando servicios esenciales a una gran población proveniente del país vecino.
«Hemos llegado a este punto con grandes sacrificios, pero a prácticamente un año de la celebración de las elecciones en Haití, aún no están dadas las condiciones para ello. No podemos permitir que los esfuerzos hasta aquí alcanzados se desplomen, pues de lo contrario el colapso de Haití será inminente y sus consecuencias alcanzarán a toda la región», manifestó.-