Jessica Arno
Con frases como “Los apagones nos están acabando”, “Estos apagones no los aguanta nadie” y “La situación está crítica”, ciudadanos residentes en los sectores Buena Vista Primera, Los Mina, Villa Faro y Sabana Perdida, manifestaron su pesar ante la realidad que atraviesan a diario por los apagones.
Al ser abordados en torno al tema, las respuestas coincidieron en que semanalmente tienen que lidiar con las interrupciones de electricidad por tres y hasta cinco horas.
Las justificaciones de las distribuidoras de energía no calman sus preocupaciones, pues mientras les comunican que se tratan de averías e interrupciones, las facturas llegan elevadas.
“La situación está crítica, la luz se va a las seis de la mañana y vuelve a las cuatro de la tarde ya las 8:00 de la noche no hay luz”, manifestó José Francisco Jiménez, quien residete en la calle Primera del sector Ramas de Villa Faro.
Jiménez comentó que las reclamaciones no le han valido de nada y los recibos por su consumo eléctrico pasaron de 2,000 pesos a 5000, “con los apagones”.
En Villa Mella, en la urbanización Buena Vista Primera, en la lavandería donde Gilbert Medina presta sus servicios como costurero, la situación no es más alentadora. Allí tienen que prender la planta dos y tres veces al día por los apagones, de acuerdo con las declaraciones de Medina.
“La situación está muy mal, aquí se va en la mañana a las siete y a veces llega a las tres y cinco de la tarde. Tenemos que prender la planta dos y tres veces”, dijo Medina en la lavandería “La Única”.
A pocos metros de este establecimiento queda el colmado de Cristian Manuel Guerrero Peña, quien ha sufrido pérdidas cercanas a los 5,000 pesos en embutidos por los apagones y falta de refrigeración.
“En el sector de Villa Mella está muy mal el sistema energético. La luz se va demasiado, apones de siete y ocho horas por lo menos cuatro y cinco veces a la semana, por eso son las constantes huelgas que hacen por el sector”, indicó Guerrero, quien agregó que la última manifestación fue el pasado sábado de ciudadanos de los sectores Casa Vieja y Barrio Nuevo.Otros con el adagio de “a mal tiempo buena cara”, deciden bromear con la situación, pero no por esto la problemática deja de afectarlos y acongojarlos. Tal es el caso de Ángel Antonio Valdez Pérez, residente en Los Palmares, calle Ercilia Pepín número 20 de Sabana Perdida.
“Los apagones no, cómo está la encendía, porque es mejor decir cómo está la encendía y no los apagones porque de eso hay de más”, comentó Valdez.
Pérdidas
Sin embargo, para una ama de casa que tiene 21 años viviendo en el sector Eugenio María de Hostos, calle primera número 10 y que no quiso revelar su identidad, la situación no la deja tomarse los apagones de forma relajada, sobre todo porque estos le han dañado algunos electrodomésticos.
“Hemos llamado y siempre dicen que están arreglando y nunca terminan de arreglar. La luz en el ir y venir dura cuatro y cinco horas”, aseveró.
“Están tremendos los apagones, está la luz muy intermitente, se va, viene; se va, viene, dañándole todo lo que uno tiene en casa”, sostuvo la dama, destacando que su facturación está llegando de 6,000 pesos cuando acostumbraba pagar entre 1,500 y 1,800 pesos.
José de los Santos es un mensajero que vive en la Trina de Moya en el sector Los Mina, donde también se han dado apagones y dijo que no se han quejado, pero están en planes de eso si siguen las interrupciones.
Roberto Antonio Santos es un “chiripero” de Sabana Perdida y cataloga la situación como un maltrato e intuye que la gente “va para la calle”.
“Hemos vuelto para atrás con los apagones, porque eso no se usaba. El gobierno de Abinader volvió y trajo los apagones, acabando con todo lo que servía en este país. La salud no sirve, los apagones nos están acabando y la comida a millón”, expresó Santos exaltado.