SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Tras asegurar que el país está atrasado en temas de orientación sexual, la directora de la Colectiva Mujer y Salud, Sergia Galván, consideró este viernes que con la aprobación de manera constitucional de que la familia sólo sea concebida entre un hombre y una mujer la sociedad dominicana da la espalda a la igualdad y a los derechos humanos. “Nos colocamos de espalda a lo que son las tendencias, los avances en materia de derechos humanos”, expresó.
La feminista ofreció estas declaraciones a Clave Digital luego de que la Asamblea Revisora aprobara, el pasado miércoles, el artículo 44 del proyecto de reforma constitucional que indica: “La familia es el fundamento de la sociedad y el espacio básico para el desarrollo integral de las personas y, como tal, recibirá la protección del Estado. El matrimonio de un hombre y una mujer es el fundamento legal de la familia. La ley rige el derecho al matrimonio y sus efectos”.
Ante esto, Galván afirmó que es una postura homofóbica el rechazar el matrimonio entre personas de un mismo sexo. Además, dijo que la sociedad debe respetar las familias que no están formadas por un hombre y una mujer, sino por hermanos, abuelos y nietos, así como a las madres solteras.
“En otros países del mundo hay otras tendencias, porque las sociedades van cambiando sus posturas homofóbicas y en la medida en que las sociedades vayan asimilando la diversidad sexual como una práctica social de relación, no como una enfermedad ni como una cosa dañina, el mundo va avanzando, se va abriendo”, señaló.
De acuerdo con la directora de la Colectiva Mujer y Salud, el hecho de que un país modifique una Carta Magna debe constituir un avance social, por lo que, a su juicio, la Constitución debe estar inspirada en lo moderno, tomando en cuenta las tendencias en materia de los derechos humanos y la democracia.
“En el país no hay un debate profundo sobre el tema de la orientación sexual, es una sociedad que todavía no ha dado una reflexión profunda sobre esto. Me parece que cerrar constitucionalmente la posibilidad de que en el futuro el país pueda abrirse a un debate sobre el tema y pueda empezar a reconocer derechos de relaciones y diversidad sexual diferentes a la heterosexual, significa un retroceso. En el mundo se están dando cambios importantes”, dijo.
Galván informó que la semana próxima el organismo feminista decidirá las acciones a tomar, antes de que el artículo sea aprobado en segunda lectura.
“Concordato: sello de exclusión”
En cuanto a la revalidación del Concordato que aprobó la Asamblea Revisora, con el que se rechaza que otras iglesias que no sean de denominación católica puedan realizar matrimonios con carácter civil, la directora de la Colectiva Mujer y Salud afirmó que con esta decisión la Constitución nuevamente impone su sello de exclusión y de desigualdad.
Sergia Galván considera, además, que la Carta Magna contradice algunos de sus artículos, principalmente los que establecen la libertad de cultos.
“No le está dando un tratamiento igualitario a todas las religiones. La Constitución debe promover la igualdad. Esto es un ejemplo de la inequidad en el texto constitucional”, expresó.
El Concordato entre la Santa Sede de la Iglesia Católica y el gobierno dominicano (firmado el 16 de junio de 1954) establece en su artículo XV: “La República Dominicana reconoce plenos efectos civiles a cada matrimonio celebrado según las normas del Derecho Canónico”.
Asimismo, establece que “en armonía con las propiedades esenciales del matrimonio católico queda entendido que, por el propio hecho de celebrar matrimonio católico, los cónyuges renuncian a la facultad civil de pedir el divorcio, que por esto mismo no podrá ser aplicado por los tribunales civiles a los matrimonios canónicos”.
Mientras que el artículo VII del acuerdo indica que “el Gobierno asegura a la Arquidiócesis de Santo Domingo y a cada Diócesis o Prelatura nullius actualmente existentes o que se erijan en el futuro una subvención mensual para los gastos de administración y para las iglesias pobres”.