Breaking News
Loading...
sábado, 4 de julio de 2009


SANTIAGO, R.D. El hombre que la madrugada de este viernes mató a puñaladas a su familia en una cabaña de Santiago, según algunos de sus vecinos golpeaba a su mujer y hace poco la había amenazado de muerte. Vesiones del lugar indican que cuando el ex esposo la invitó a salir, ella se llevó a sus dos hijos parar evitar que él consumará su amenza.

Ángel Rafael Reyes había sido condenado mediante sentencia judicial a pagar la suma de tres mil pesos de manutención para sus dos hijos. Ángel Rafael Reyes-Rafaelito- de 51 años de edad, para matar a su esposa Raquel Saviñón Guaba, de 29 años de edad y sus dos hijos Ángel Júnior Reyes Saviñón y un segundo sin identificar de tres meses de nacido, utilizó dos machetes a quienes infirió puñaladas que le provocaron la muerte. La mujer lo había sometido a la Justicia por manutención siendo condenado mediante sentencia a pagar la suma de 3 mil pesos al mese.

De acuerdo a los informes, la pareja estaba separada por los alegados maltratos que él daba a la mujer.

En el barrio donde ambos convivieron durante diez años, sus vecinos los definían como personas tranquilas.

El jugaba softbol con varios muchachos de Bella Vista donde vivían.

La mujer y sus dos hijos fallecieron a causa de las heridas de un cuchillo de 14 pulgadas que le propinó su esposo en la habitación 28 de la cabaña El Arco, ubicada en el kilómetro cuatro y medio de la autopista Juan Pablo Duarte tramo comprendido entre Santiago y La Vega.

Luego de exterminar a su familia, Reyes se tomó varios sobres de veneno para matar ratas, pero al ver que no hacía nada de ahorcó.

Los cuerpos fueron entregados por las autoridades a sus familiares para darle cristiana sepultura.

Se recuerda que Ángel Rafael Reyes mató esta madrugada a su concubina de 29, a sus dos hijos, uno de 9 años y otro de unos tres meses de nacido, a quienes infirió múltiples cuchilladas dentro de una de las habitaciones de la Cabaña El Arco, ubicada en el kilómetro 4 de la autopista Duarte, Santiago, donde posteriormente se suicidó ahorcándose, informó la Policía. Los cadáveres de Raquel Saviñon Guaba y sus hijos Ángel Júnior, de 9 años, y un infante de aproximadamente tres meses, cuyo nombre se desconoce por el momento, fueron encontrados a las 2:50 de la madrugada en la habitación número 28 de la referida Cabaña, presentando heridas de armas blancas en distintas partes del cuerpo, que se las ocasionó el padre de los menores asesinados y concubino de la hoy occisa, señor Ángel Rafael Reyes (Rabelito).

Autor: Marcelo Peralta

Una cuñada del hombre que mató a su ex pareja e hijos cree actuó por problemas económicos

JOSÉ ALFREDO ESPINAL/Hoy

La comunidad de Santiago está más que conmovida, sobre todo en el sector Buena Vista donde vivía la joven señora Raquel Saviñón Guaba, de 29 años, asesinada por su ex marido junto a dos hijos pequeños de ambos. El homicida Ángel Rafael Reyes, de 51 años, se suicidó luego en una habitación del motel donde había citado a Saviñón Guaba para reconciliarse, pues llevaban un año separados.

SANTIAGO. Un año había transcurrido desde que Ángel Rafael Reyes, de 51 años, abandonó a Raquel Saviñón Guaba, de 29, con varios meses de embarazo y con un hijo de ocho años. Pero la angustia de Raquel, los celos y el desenfreno mujeriego de Ángel culminaron en una tragedia.

En la madrugada de ayer el hombre mató a puñaladas a su ex esposa y a sus dos hijos Ángel y Ángel Júnior Reyes Saviñón, de 9 años y de tres meses de nacido y luego se suicidó ahorcándose con una correa en el baño de la habitación de un motel, en la entrada de esta ciudad.

Según versiones, Ángel se separó de Raquel para seguir compartiendo con otras cinco compañeras sentimentales.

Ante el abandono del padre de sus dos hijos, la mujer tuvo la necesidad de refugiarse con ellos en casa de su familia, en el barrio Las Mercedes, de Bonao.

Los informes obtenidos precisan que en cambio, Ángel continuó con su vida al estilo Casanova, con sus otras mujeres y compartiendo con amigos en juegos de softbol, “un hobby que practicaba constantemente”, según cuentan parientes y amigos.

El hecho, que ha consternado a la comunidad de Santiago, ocurrió alrededor de la 1:00 de la madrugada, en la habitación número 28 del motel El Arco, ubicado a la entrada de esta ciudad, donde Ángel Reyes había citado a su ex pareja con el presunto propósito de reconciliarse.

La mujer llegó con sus dos hijos y todos fueron asesinados.

Los restos de Ángel Reyes son velados en la funeraria San Pío X del sector Bella Vista, donde residía, mientras que los de Raquel y dos hijos permanecían en la morgue del hospital José María Cabral y Báez, de Santiago. Se dijo que más tarde serían traslados a Bonao a casa de sus familiares.

Estupor. Magdalena Liz, cuñada del homicida-suicida, dijo que pudo haber cometido el hecho por razones económicas y descartó que se trate de asuntos pasionales. “Tenía varias mujeres y como nueve muchachos, y se sentía como frustrado porque no podía estar con sus dos hijos menores ya que había dejado a su mujer”, explicó.

César Lugo, quien dijo ser amigo de Ángel Rafael Reyes, se siente consternado con la tragedia. “Nunca pensé que Rafaelito iba a cometer esa locura. Él era un hombre de trabajo, divertido y sobre todo que quería mucho a sus hijos”, narró Lugo.

En tanto que Javier Hiraldo, sobrino de la mujer asesinada, lamentó el suceso. Dijo que ni ella ni los niños merecían ese tipo de muerte.

Las claves

1. Una locura

“Papi me llamó al celular y me dijo: hijo perdóname porque acabo de cometer una locura”, explicó Ruddy Reyes, uno de sus nueve hijos.

2. Sometido

Saviñón Guaba había sometido a Reyes por no mantener a los hijos y porque vivía asediándola. Se le impuso un impedimento de acercamiento, lo que lo habría molestado.

3. Cómo se conocieron

Raquel Saviñón Guaba realizaba labores domésticas en la casa del homicida cuando tenía trece años. Tras conquistarla, se casaron y procrearon dos hijos. Luego de la ruptura, la mujer se negaba a una reconciliación, porque era maltratada.

4. El homicida-suicida

Ángel Rafael Reyes laboró por varios años como seguridad en el Aeropuerto Internacional del Cibao. Era deportista y llegó a participar en la selección de softbol de Santiago.