Breaking News
Loading...
martes, 4 de agosto de 2009

Por Leonardo Peguero.Vincho pidió a los funcionarios sobre quienes existe la percepción de que son corruptos que renuncien para que el presidente no tenga que cancelarlos.
Que renuncie Vincho si él quiere pero el presidente no puede prescindir de su equipo de confianza que lo único que hace es sacrificarse por el país desviando afanosa y pulcramente algunos miles de millones de pesos que sólo servirían para construir escuelas, hospitales, acueductos, hidroeléctricas, carreteras, etc., que, de antemano se sabe, son innecesarias porque no resuelven nada y, además, no hacen falta.
¿Para qué sirven las escuelas si no para embrutecer a los muchachos? ¿Ustedes no se dan cuenta cómo es que llegan a la Universidad? ¿Para qué más hospitales? ¿Para llenarlos de enfermos y no tener médicos que los atiendan por estar en resorts y viajes turísticos permanente debido a los altos salarios que devengan?
El secretario de la presidencia tiene toda la razón cuando afirma que es “al presidente Leonel Fernández que al corresponde decidir los cambios de funcionarios en el momento que crea y acorde con las orientaciones de su Gobierno.” El presidente Leonel Fernández fue electo por una gran mayoría del pueblo para que haga lo que le venga en gana.
Si sus funcionarios que, en su gran mayoría son señalados como corruptos, de apropiarse de lo que no es de ellos, etc., conforman el equipo con el que él se siente bien para alcanzar sus propósitos como gobernante y para mantenerse como un verdadero príncipe, eso no debe importarle a nadie.

Leonardo PegueroEl pueblo es soberano y él que fue designado mayoritariamente por ese mismo pueblo está cumpliendo ese mandato por el bien, no de la mayoría nacionales como algunos creerán que le corresponde, si no de él y sus seguidores como debe ser. Para eso es que se elige un gobernante: para que haga lo que quiera, donde quiera y cuando quiera.¿Quién ha dicho que el pueblo gobierna? El pueblo está para votar y hacerse de la sabia idea que echando un papelito cada cuatro años su suerte va a cambiar.
Es decir, transcurrido ese lapso de tiempo de 4 años, el pueblo está en el deber de renovar sus esperanzas solemnemente y dejar que sus gobernantes trabajen tranquilamente tomando lo que le corresponde a él honradamente como debe ser porque para eso es que se delega en esta democracia representativa. Hay que estar claro que este Estado, que no es la excepción en el continente y en el mundo civilizado, es un botín que apenas alcanza para que los políticos puedan vivir decorosamente y puedan servirles a los ricos que son los que les dan los cuartos para sus campañas.¿Quién puede afirmar que los miles de millones que se sustraen indebidamente en el gobierno fruto de la apropiación de los fondos del erario por la actitud voraz de muchos de sus funcionarios y el otorgamiento de obras sin licitacíón tiene que ver con la actitud indiferente y cómplice del señor presidente y no por la crisis mundial que nos afecta a todos?
Miren cómo estan los EE.UU. y los países de Europa. Nosotros vamos en coche con una economía en crecimiento. Si hay algún tipo de indelicadezas no es culpa del gobierno central.
No es del actual que apenas va a cumplir su primer año ni del anterior que invirtió algunos milloncitos en comprar tránsfugas de todos los partidos de la “oposición” e invirtió unos miles de millones en un metro que ha traído el progreso al país y ha resuelto el problema del transporte en la Capital.
La culpa hay que echársela al anterior del anterior gobierno y a la crisis financiera internacional fruto del fraude inmobiliario en los Estados Unidos y a la política de Casino en Wall Street y el derrumbamiento de las torres gemelas que provocaron las guerras del medio oriente y consecuentemente la subida del crudo.Si hay apagones ahora es por culpa del calor como afirma el vicepresidente de la CDEEE y no porque él tenga 43 familiares cobrando en dicha empresa sueldos escandalosos; si no hay “circulantes” en la calle es porque la gente prefiere quedarse en su casa y no exponerse a que uno o dos desalmados armados le quiten la cartera y la vida.¿Quién dijo que estamos mal? La bonanza de este gobierno es tan buena que la nómina ya sobrepasa los 600,000 empleados públicos y, si lo dejan gobernar sin chismes y creando falsas percepciones en la población, fácilmente la podría doblar, es decir llevarla a 1,200,000 y aumentar la tarjeta solidaridad hasta el millón. Este país ha ganado reconocimiento internacional por tener más cónsules y vice-cónsules que ningún otro lo mismos que subsecretarios de estado. Tantos son, y eso es un record del cual debemos estar mas que orgullosos, que ya hay que alternarlos por día, como a los carros del concho, porque no caben en las oficinas donde cobran y el gobierno está ponderando la posibilidad de seguir el sistema de Bill Gates en Microsoft, aprovechando la reducción de la brecha tecnológica, para que los empleados que están de más se queden en su casa dándole calor a la familia y reciban sus cheques por Internet.¿Qué somos un país pobre? ¡No ombe! Esa es una campaña de descrédito que se ha montado para hacerle daño a este gobierno. Ni el Presidente de los EE.UU. ni de la mayoría de las potencias europeas gana más que muchos ministros del gobierno central y de las instituciones descentralizadas del Estado. La bonanza nuestra es tan grande que tendremos que legislar para restringir el ingreso de los rubitos americanos, irlandeses, europeos y hasta descendientes de sultanes árabes o si no se nos va a llenar el territorio nuestro de extranjeros de los antiguos países ricos.Que el excelentísimo e insustituible presidente nuestro no le haga caso a esas voces agoreras; que él lo está haciendo perfectamente bien: ya estamos al borde del precipicio y es pa’lante que vamos. Solo nos falta dar un paso al frente.