
El tema fue abordado durante un encuentro que sostuvieron ayer en el Palacio Nacional, el presidente Leonel Fernández y la senadora por el estado de Nueva York, Kirsten Gillibrand, quien explicó al mandatario que en el caso de la República Dominicana, la cantidad promedio que envían los criollos residentes en su país es de US$500 al mes.
La legisladora estadounidense explicó que después de los acontecimientos del 11 de septiembre se han impuesto estrictos controles para reducir posibles fuentes de financiamientos del terrorismo.
Sólo durante el primer trimestre del año, la remesas cayeron en US$55.1 millones, lo que se proyecta afectará al finalizar el año a más de 73,650 hogares que dejarán de recibir US$183,829,957. "Si se pudieran liberalizar un poco las restricciones para el envío de dinero en cantidades, tales como quinientos dólares, que es lo que envían a las familias, permitiría a la gente de acá recibir ese dinero, y esa sería una forma que permitiría la cantidad de las remesas", dijo la senadora Gillibrand.
Manifestó que para poner en vigor esa apertura se debe hacer un estudio país por país, pero acotó que en el caso de dominicano no parece ser que los fondos que se envían desde los Estados Unidos tengan alguna implicación para fines de terrorismo.
"Lo que tenemos que hacer es abocarnos a ver cómo podemos facilitar el envío de dinero a través de los medios legales para que estas familias que viven en los países desarrollados, puedan enviarlo a los países en desarrollo, sin que de ninguna manera se liberen fondos para el terrorismo", expuso.