Francelys arrestada el pasado abril en Madrid, alegó en la vista de extradición celebrada hoy en la Audiencia Nacional, que sufría «maltrato» en su trabajo y que su petición de asilo en España está aún pendiente de un recurso.
«Yo sé que hice algo malo, pero no me quiero morir», declaró la mujer en la vista en la que la Fiscalía solicitó que se acuerde la entrega a República Dominicana.
El temor a represalias y el recurso que Furcal presentó a la denegación del asilo en España fueron los principales argumentos aportados para tratar de frenar la extradición a su país, donde está acusada de haber asesinado a su jefe en la ferretería donde trabajaba tras una acalorada discusión en abril de 2022.
La reclamada alegó ser madre soltera de tres niños pequeños y relató que «en el trabajo recibía mucho maltrato», pero que no lo podía dejar porque tenía que hacerse cargo de sus hijos.
