Los oficiales asistidos por una unidad canina, realizaban labores de verificación en una de las áreas de carga de la terminal, cuando notaron inconsistencias en varias cajas cargadas de lechosas, y de inmediato iniciaron el protocolo de actuación.
En presencia de un fiscal se procedió a abrir las cajas, encontrando distribuidos en ocho de ellas, 180 paquetes de una sustancia que se presume es cocaína, con distintos logos y envueltos en cinta adhesiva.
Según el manifiesto, se ha establecido que las paletas cargadas de frutas serían enviadas en un vuelo comercial a Madrid, España, desde la terminal de las Américas.
El Ministerio Público y la DNCD han entrevistado a varias personas, mientras avanzan las investigaciones en relación al frustrado envío de la sustancia a Europa.
Los paquetes ocupados fueron enviados al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) para determinar el tipo y peso del cargamento.