EL líder supremo Kim Jong-un ordenó la ejecución pública de varios funcionarios tras culparlos de las muertes que ocasionaron las fuertes inundaciones y deslizamientos de tierra que se presentaron en el mes de julio en la provincia de Chagang y la región del río Yalu.
La autoridad acusó a los funcionarios de corrupción y negligencia en el manejo de la crisis en la que fallecieron alrededor de 5.000 personas y unas 15.000 quedaron desplazadas de sus hogares.
Se calcula que la emergencia impactó gravemente más de 4.000 edificios y causó daños significativos en unas 3.000 hectáreas de tierras agrícolas.
Esta es una de las crisis más grandes que ha tenido que afrontar Corea del Norte en los últimos añosAnte esa situación, Kim Jong-un tomó la drástica decisión de ordenar la ejecución pública de los funcionarios implicados, utilizando dicha medida como un castigo ejemplar para resaltar la gravedad de sus acciones. Cabe añadir que las formas de ejecución más usadas en el país son ahorcamiento y fusilamiento.
Pese a la magnitud de la crisis, el líder del país asiático rechazó rotundamente cualquier tipo de ayuda internacional, postura que ha acogido en situaciones previas, sin embargo, ordenó que los damnificados fueran llevados a Pyongyang para recibir atención y apoyo
¿HAN AUMENTADO LAS EJECUCIONES PÚBLICAS?
Varios medios sur coreanos como el Korea Times, han dicho que las cifras de ejecuciones públicas que se hacen al año en Corea del Norte han amentado de forma drástica, pues antes de la Pandemia del Covid-19 se presentaban alrededor de 10 ejecuciones, ahora la cifra llega casi a 100.
Sumado a esto, los medios expresan que las ejecuciones en los jóvenes también han tenido un alza, esto debido a los esfuerzos del régimen para frenar la creciente influencia de la cultura surcoreana entre los ciudadanos de Corea del Norte.
Aunque el régimen norcoreano sostiene la negación de la existencia de ejecuciones públicas, estas han sido una práctica constantemente utilizada durante el mandato de Kim Jong-un.