Los hechos ocurrieron el pasado 21 de diciembre, cuando el menor abordó por error en Filadelfia (Pensilvania) un vuelo que lo llevó a Orlando (Florida), a 400 kilómetros de Fort Myers, que era su destino verdadero y donde lo estaba esperando su abuela.
Un portavoz de Spirit pidió disculpas a la familia del niño y anunció la apertura de una investigación sobre lo sucedido.
La aerolínea asegura que el menor siempre estuvo acompañado por personal de Spirit y que cuando se percataron del error contactaron con sus familiares para que se reencontraran.
La abuela del niño, María Ramos, relató a la misma cadena que estaba esperando a su nieto en el aeropuerto de Fort Myers y que entró en pánico cuando le dijeron que el menor no iba a bordo del avión. Su maleta, en cambio, sí llegó al destino correcto.