La elección de esta fecha fue impulsada por asociaciones de padres y diversas organizaciones no gubernamentales para aumentar la conciencia sobre los riesgos del acoso escolar.
También se pretende establecer protocolos de actuación ante situaciones de este tipo. El símbolo de esta causa es un lazo de color púrpura.
El bullying, o acoso escolar, se manifiesta a través de comportamientos hostiles, ya sean verbales o físicos, que causan un daño temporal o permanente a la víctima. Se trata de un tipo de hostigamiento reiterativo de una o más personas hacia sus compañeros, donde la persona agredida enfrenta amenazas, intimidaciones, manipulación e incluso agresiones físicas.
Aunque el maltrato y las agresiones entre niños y jóvenes han existido desde siempre, en los últimos años el problema ha empeorado, generando consecuencias lamentables que pueden impactar tanto a las víctimas como a sus familias de forma duradera.
Estudios de UNICEF indican que un alto porcentaje de los niños a nivel mundial experimenta acoso escolar, revelando que uno de cada tres niños es víctima de esta problemática social.
Para muchos padres, el bullying es considerado «cosa de niños», sin embargo, esta percepción minimiza un problema que va más allá de lo que parece y que requiere un compromiso colectivo para abordar.
Es un error común creer que el maltrato fortalecerá a los niños, capacitándolos para enfrentar desafíos en la edad adulta.
La realidad es diferente: estos niños y jóvenes, al crecer, pueden convertirse en adultos inseguros, lo que les dificulta llevar una vida sana y establecer relaciones interpersonales, ya sea en el ámbito laboral o al formar una familia.
Esta versión mejora la gramática y el estilo del texto, manteniendo el enfoque en la importancia de concienciar sobre el bullying y sus efectos. Si deseas más cambios o un enfoque diferente, házmelo saber.