Según las informaciones, el masculino ingresó de manera sorpresiva al templo portando un arma y un envase con un líquido que presuntamente sería “ácido del diablo”, con el cual habría amenazado a los asistentes.
Ante la situación, los menores fueron resguardados de inmediato, mientras los feligreses intentaban mantener el control y evitar que el caos se apoderara del lugar. Hasta el momento no se han reportado heridos ni se han ofrecido detalles oficiales sobre la intervención de las autoridades.
