Lo que más indigna a los munícipes es que la mayoría de esos ediles tienen la intención de volver a ser favorecidos con su voto.
Los ciudadanos dicen que ya se acostumbraron a convivir con la basura, pero lo que más les provoca malestar es que algunos ediles que circulan en caravanas en calles, llenas de basura, hacen campaña y aparentemente ni se inmutan frente a la contaminación.
Es que precisamente el periodo de campaña electoral es cuando los ciudadanos tienen la esperanza de que se activen y funcionen de manera óptima los servicios municipales, pero esto poco ha ocurrido en muchas localidades.
Grabar los montones de desechos para denunciar el descuido de sus autoridades a través de medios de comunicación es la herramienta que utilizan ciudadanos para desahogar su impotencia, pero no en todos los casos los cabildos resuelven el reclamo.
Otra de las quejas es que, durante las jornadas de actividades proselitistas de los fines de semana, se aportan desechos a las vías y estos se quedan en dispersos en las vías durante varios días.
