Los restos de Rosanna tuvieron que ser sepultados a tempranas horas de la mañana ante el estado en el que se encontraba su cuerpo, en el cementerio del sector La Pared, en Haina.
Aún sin poder creer la noticia, su madre Cándida Batist, expresó lo buena y trabajadora que era su hija, al indicar que fue víctima de un problema que ha estado por años en la zona y que las autoridades no se han preocupado en solucionarlo.
"Ese siempre ha sido una bajada peligrosa, tiene un abismo que cualquiera se cae ahí, pero las autoridades no han hecho nada. Se perdió muchas vidas y ellos no tienen con qué pagar esas vidas", manifestó.
"Tal vez ahora lo hacen, porque se murió mucha gente, pero por qué no lo hicieron antes", agregó.
Indicó que en la cañada también se han registrado decenas de casos delictivos, ya que algunos desaprensivos la utilizan para hacer sus fechorías.
Rosaura trabajaba en una casa de familia en Santo Domingo donde cuidaba a unos niños y todas las mañanas tomaba transporte en la ruta 66. Dejó cuatro hijos en la orfandad.