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viernes, 17 de noviembre de 2017


SANTO DOMINGO.- La pasada directiva del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) calificó de penosa, lamentable e irresponsable, la declaratoria en bancarrota de la actual dirección de la institución, que revela su ineficiencia como gerentes y su mala fe al atribuirla a las pasadas autoridades.
Durante una Rueda de Prensa efectuada el Jueves 16 de Noviembre en el Salón Orlando Martínez del CDP, Olivo De León, ex presidente del gremio, dijo que con esas declaraciones, los directivos buscan justificar la eliminación del programa de pensiones solidarias que beneficia a unos 45 periodistas y que el Instituto de Previsión y Protección al Periodista (IPPP) ha mantenido durante años, del seguro de salud que cubre a cientos de familias, pretenden desacreditar la pasada gestión y acelerar el desembolso de una donación millonaria que solicitaron al Ministerio Administrativo de la Presidencia.
Tildó de mantirosas las afirmaciones de la actual Dirección del CDP, en el sentido de que la gestión encabezada por Olivo De León le dejó una deuda de siete millones de pesos y cuatro millones de una supuesta falta de pago a Edesur.
”Durante los cuatro años de las dos gestiones del Comité Ejecutivo Nacional del CDP encabezadas por nosotros, y que cubrieron los años 2013-2015 y 2015-2017, los empleados cobraron siempre, y a tiempo, se pagaron con puntualidad los servicios como la energía eléctrica, teléfono, la basura, la seguridad social. Nunca sufrimos una crisis para cumplir con los compromisos asumidos. Nunca nos cortaron los servicios por falta de pago”, expresó.
“Además, agotamos un amplio programa de capacitación de más de 400 actividades nacionales e internacionales, celebración del mes del periodista, de actividades sociales, de fiestas, jornadas de solidaridad a favor de periodistas afectados, presencia en tribunales, ante autoridades de todo tipo, gestiones en todo el país y en el exterior, y duramos alrededor de año y medio luchando en los tribunales y afrontando ocho demandas por la recuperación de la tercera planta, una parte en la planta baja y un área de parqueo de nuestro edificio, y eso se hace con recursos”, precisó.
Añadió que si los directivos pasados pudieron recaudar fondos para desarrollar sus actividades, ejecutar sus programas y mantener la institución en lugares cimeros, ¿por qué no pueden hacerlo los actuales directivos?, Por qué los directivos de hoy no pueden cobrar la ley 10-91 y mantener los servicios?”. Eso demuestra su incapacidad gerencial y

su falta de vocación de servicio, lo cual se agraba con el hecho de que todavía no hayan podido ni siquiera registrar sus firmas en el banco.
Prometieron cobrar 50 millones de pesos mensuales por concepto de la ley 10-91 y convertir en un paraíso al CDP y todos sus miembros, y ahora resulta que se declaran en quiebra y acusan a la anterior administración de su incapacidad.
Precisó que a la pasada directiva le tiene sin cuidado que los directivos sigan allantando con pedir a la Cámara de Cuentas que realice una auditoría. “Ya trajeron dos contables y auditores, quienes certificaron que en administración y contabilida todo está perfecto y en orden”. 
Contrario a las afirmaciones de la dirección del CDP, la directiva saliente se ha dedicado a colaborar con ellos, lo cual se manifiesta en la firma de todos los cheques emitidos por la institución, ante la tardanza para el registro de sus firmas, le dejamos un proyecto ya ejecutado con la UNESCO para que reciban más de 13,000 dólares, y pendiente el pago de más de 15,000 dólares por concepto del arrendamiento del espacio, en la azotea, para el mantenimiento de una antena de Viva Comunicaciones.
Se preguntó cómo pueden hablar de deterioro de la planta física del CDP si todo el que tiene ojos en la cara puede ver que recién está pintada y en proceso de remodelación.
Aparentemente, los directivos del CDP se creen todavía en campaña, se dedican a hablar mucho y hacer nada, continúan con su política de descrédito y se les olvida que es tiempo de cumplir, de ejecutar, de trabajar, no de prometer.