La Habana.- Los apagones generalizados en Cuba han sumido a la isla en una profunda crisis mientras los residentes luchan por mantener sus vidas en medio de la oscuridad.
A medida que los cortes de electricidad se prolongan hasta su tercer día, las protestas han estallado en varias zonas de La Habana, donde la gente ha salido a las calles golpeando cacerolas y exigiendo respuestas. La situación se ha agravado con la llegada del huracán Oscar, que golpeó la costa oriental de la isla con vientos y lluvias torrenciales, afectando aún más los esfuerzos de recuperación de la red eléctrica.
En Santo Suárez, un barrio popular en el suroeste de La Habana, los residentes bloquearon calles con basura mientras expresaban su frustración por la falta de electricidad.
«Cuatro días sin electricidad es un abuso, especialmente para los niños», declaró Mary Karla, madre de tres hijos, quien manifestó su desesperación al ver cómo la comida en su refrigerador se descompone.
La falla de la planta eléctrica Antonio Guiteras, ocurrida el viernes, ha sido uno de los mayores colapsos eléctricos que ha experimentado el país en años recientes, dejando a millones de cubanos sin electricidad y afectando también el suministro de agua, que depende de bombas eléctricas. A pesar de los intentos por reestablecer el servicio, la situación sigue siendo incierta.
Protestas en medio del caos
Las manifestaciones pacíficas han comenzado a surgir en diferentes partes de la capital cubana. En algunos barrios, los residentes han recurrido a métodos improvisados para cocinar antes de que la comida se eche a perder, mientras que otros han salido a las calles exigiendo respuestas por parte del gobierno.