Lagos.- Al menos 40 personas murieron el pasado fin de semana en varios ataques de supuestos pastores armados cometidos en el estado de Benue, en el centro de Nigeria, informaron las autoridades.
Los ataques ocurrieron entre el sábado y el domingo en el área de gobierno local de Gwer West, donde se vieron afectadas las comunidades de Aondona, Ahume, Tyolaha y Tse Ubiam.
El presidente de Gwer West, Victor Ominn, citado este martes por medios locales, describió los hechos como «un claro caso de genocidio».
«Es una situación lamentable. En este momento, seguimos recuperando cadáveres (…). Ya hablamos de más de 40 muertos», afirmó Omnin.En Tse Ubiam, comunidad atacada el sábado, la agresión ocurrió cerca de un puesto de vigilancia militar, según el presidente.
«Los soldados dirán sin rodeos que no tienen la autoridad para actuar en este caso. Sólo pueden atacar a estas personas cuando les disparan, y me dijeron que, en la práctica, ni siquiera el gobernador tiene la autoridad para ordenarles esto. Solo el presidente del país puede hacerlo», lamentó Omnin.
En un comunicado, el gobernador de Benue, Hyacinth Alia, denunció a «estos criminales bárbaros que se hacen pasar por pastores, cuyas acciones revelan un flagrante desprecio por la vida humana y la santidad de nuestras comunidades».«Su cobardía al atacar a personas inocentes (…), no será tolerada», subrayó Alia.
La zona de los ataques se enfrenta a una competencia por el uso de la tierra, con conflictos entre pastores, que buscan tierras de pastoreo para su ganado, y agricultores, que necesitan tierras cultivables.
En el pasado se han producido ataques atribuidos a pastores de la etnia fulani, principalmente musulmanes, que suelen enfrentarse a comunidades de campesinos, mayoritariamente cristianas, por diferencias sobre el uso de la tierra y los recursos naturales.
El estado de Benue se encuentra, precisamente, en la zona que divide el norte mayoritariamente musulmán y el sur mayoritariamente cristiano del país, y durante años ha soportado este tipo de choques además de tensiones étnicas y religiosas.
Asimismo, algunos estados, sobre todo del centro y el noreste del país, sufren incesantes ataques de bandidos, como se conoce en el país a los grupos armados que realizan secuestros y robos y a los que las autoridades tildan en ocasiones de «terroristas».