Con pancartas que decían “quien deba estar en clase hoy, que se quede”, los manifestantes expresaron su rechazo a la revocación del permiso de la universidad para participar en el programa federal de estudiantes y visitantes de intercambio, medida que afecta directamente a los estudiantes internacionales.
“Esta no solo es mi última semana como estudiante de Harvard, es una semana crucial porque todos mis amigos internacionales, mis profesores y los investigadores están en riesgo de ser deportados”, declaró Alice Goyer, quien asistió a la protesta vestida con toga y birrete.
“Como estudiante estadounidense, tengo la responsabilidad de alzar la voz por ellos”, agregó.
La tensión aumentó luego de que un juez federal emitiera una orden de restricción temporal contra la decisión del gobierno, a la espera de una audiencia judicial prevista para el jueves.
La decisión judicial se conoció mientras los helicópteros de prensa sobrevolaban la zona y las familias de los egresados participaban en recepciones al aire libre en Harvard Square.
Jack, un estudiante británico que está finalizando sus estudios en historia de la medicina, señaló: “Esta nube puede pasar, pero el daño ya está hecho”.