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jueves, 20 de noviembre de 2025


 La tragedia que costó la vida a una niña de 13 años en el sector La Islita, en La Herradura, sigue generando indignación.

Su madre asegura que el arma con la que se provocó el disparo mortal estaba “empeñada y guardada” en la casa del primo, también de 13 años, que la manipuló y terminó causando el fatal desenlace.

Dos semanas después del hecho, al llegar al sector se siente un silencio inusual. Un ambiente de soledad que contrasta con el bullicio típico de barrios como ese, donde los niños suelen correr y jugar en las calles.Desde la muerte de la adolescente, nada volvió a ser igual.

Al conversar con Griselda Paulino, madre de la víctima, es evidente que aún lucha por asimilar lo ocurrido. 

Describe el vacío de no ver a su hija, la forma en que perdió la vida y la impotencia que la empuja a clamar por justicia. Señala que el arma pertenecía al dueño de una compraventa conocido como “El Capé”, quien presuntamente tenía la pistola guardada como prenda en la vivienda donde reside la madre del menor involucrado.

Paulino afirma que, tras ocurrir la tragedia, el propietario del arma llegó al lugar, retiró la pistola y se llevó el casquillo, sin entregarlos hasta ahora a las autoridades.“El dueño del arma llegó, la buscó y se llevó todo. Hasta ahora no aparece”, denuncia.

La madre asegura que, según le contó el adolescente responsable del disparo, la niña le había pedido a su primo que dejara de manipular la pistola, pero el menor no le hizo caso hasta que ocurrió la tragedia.

Paulino cuestiona que el adolescente que manipuló el arma permanezca bajo arresto domiciliario. “A mi hija la veo en el cementerio, y al otro niño lo tienen en su casa viendo televisión. ¿Cuál es el castigo?”, expresó entre lágrimas.

El dolor ha marcado profundamente a toda su familia. Paulino narró que sus otros hijos, en edades entre 1 y 11 años, han sido afectados emocionalmente.

 Uno de los primos de la víctima repite que ya no sabe quién lo ayudará con los oficios, mientras su hija menor se maquilla todos los días imitando a la adolescente fallecida.

“Cada uno expresa el dolor de una manera distinta. Yo misma, no he vuelto a mi trabajo, ya que no me siento con fuerza, al saber de qué hasta el momento no sea hecho justicia, por la muerte de mi hija”, confesó.

La madre reitera que el arma de fuego aún no ha sido entregada a las autoridades, versión que fue confirmada por una fuente policial, vinculada a la investigación, quien aseguró que el arma estaba en calidad de empeño.