Tenía solo 17 años y planes a futuro en los que incluían convertirse en doctora y recaudar los fondos suficientes para construir una casa de dos niveles para vivir junto a su mamá, su padre y sus luceros, sus dos hermanitas que hoy deja desoladas.
“Ella siempre iba donde su madre y la abrazaba y le decía: tranquila, mami, que yo te voy a hacer una casa, y mira ahora”, contó afligido Elmanel, su padre, quien no dudó en detallar cómo la noticia impactó a sus dos hijas menores.
De acuerdo con Emanel, atraviesa uno de los peores momentos de su vida y nunca se imaginó que tendría que prepararse para llamar a casa y decirle a sus niñas de 11 y 6 años que su hermana mayor, a la cual eran muy unidas, ya no volvería más.
Con todo lo sereno que pudo mantenerse, y hasta donde las palabras le ayudaron entre lamentaciones y grandes silencios, narró que su hija era una joven alegre, dedicada, divertida y animada, pero hoy en la mañana antes de salir de casa, la sintió extraña.
“Esa niña no era así. Ella se levantó y estaba como mareada, como que no quería hacer nada y ni me hablaba ni nada y yo le preguntaba que si estaba bien y no me dijo, una muchacha que siempre vivía voceando”, dijo al agregar que no podía dejar de repetir en su mente los gritos de su esposa e hijas cuando se vio obligado a dar la noticia.
LO OCURRIDO
Como los otros 31 alumnos que se encontraban en el bus cedido por el Estado, Alexandra se dirigía hacia la Escuela Primaria Wenceslao Peguero Manchado, donde cursaba el 4to. grado de secundaria.
En el momento de lo ocurrido, el autobús en el que viajaban se encontraba detenido en la carretera a la espera de que otros niños subiesen.
No pasó mucho tiempo hasta que fue impactado brutalmente, del lado del conductor, por un camión de una empresa privada en el que transportaban pollos.
Hasta el momento, solo Alexandra, quien murió en el acto, ha sido identificada como víctima mortal y otros 14 niños están heridos, siete de ellos de gravedad.