En su comunicado, los prelados agradecieron a los fieles católicos, consagrados y laicos que colaboran activamente en la vida pastoral del país, y reconocieron el crecimiento de la Iglesia en comunión, servicio y testimonio de fe.
Durante el encuentro, reflexionaron sobre la Pastoral de Movilidad Humana, resaltando la situación migratoria derivada de la crisis prolongada en Haití, que ha empujado a muchos ciudadanos haitianos a buscar refugio en la República Dominicana.
Los obispos reconocieron los esfuerzos solidarios del Estado dominicano hacia Haití, incluyendo el acceso a servicios de salud, educación, mercados binacionales y empleos en sectores como la agricultura y la construcción. No obstante, expresaron preocupación por las redadas migratorias y exhortaron a que se apliquen las leyes con justicia y respeto a la dignidad humana.
“Es inaceptable todo discurso xenófobo y discriminatorio contra el inmigrante, ya que solo genera sentimientos de odio y violenta el clima de fraternidad entre nuestras naciones”, advierte el comunicado. En ese sentido, los obispos rechazaron cualquier expresión que incite a la violencia, la marginación o el rechazo.
Recordaron además que “el amor de Dios no conoce fronteras” y citaron al papa León XIV, quien en mayo de este año subrayó la importancia de proteger la dignidad humana “desde el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”.
Asimismo, pidieron a la Dirección General de Migración que los centros de salud no se conviertan en puntos de control migratorio, y que se sancione a quienes se lucran del tráfico de personas.