Los afectados señalan que esta situación representa no solo una amenaza para los animales, sino también un riesgo para la salud pública, especialmente en áreas donde los perros conviven de forma pacífica con niños y adultos.
Ante esta alarmante realidad, los residentes hacen un llamado urgente a las autoridades municipales y a la Policía Nacional para que investiguen a fondo lo ocurrido y den con los responsables de este hecho.
La comunidad exige justicia y mayor vigilancia para evitar que actos similares se repitan.