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martes, 9 de septiembre de 2014


10671439_10152297655682644_423176582440253212_n(CNN) – Con la ayuda de su suegra, Margaret Awino dio a luz a Paul Mukisa en su casa en Nabigingo, una pequeña aldea al este de Uganda. Pero en lugar de alegría y júbilo por el nacimiento de su quinto hijo, la madre de 28 años estaba escandalizada: su hijo recién nacido había nacido con cuatro piernas y cuatro brazos.
La familia corrió a un hospital cercano del distrito para pedir ayuda, pero rápidamente los refirieron al Mulago Hospital en Kampala, capital de Uganda. Allí, un equipo de doctores examinó al niño e hicieron el diagnostico de “gemelo parasitario”, una variante de gemelos siameses en el que uno de los gemelos no se desarrolla por completo; el bebé Paul nació con un par de brazos y piernas normal y otro par de extremidades de un gemelo exacto sin cabeza ni corazón que nunca se desarrolló por completo.
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Los médicos ugandeses le hicieron una serie de pruebas al recién nacido de ocho extremidades, las cuales mostraron que el huésped y el gemelo parasitario compartían parte del hueso pélvico. Los exámenes de los órganos internos de Paul mostraron más anormalidades: su corazón estaba en el lado derecho de su cuerpo, en lugar de estar en el izquierdo, mientras que su hígado estaba en el lado izquierdo en lugar de estar en el derecho.
Después de estas investigaciones iniciales, Paul fue dado de alta y enviado a casa durante tres meses debido a que los cirujanos querían dejarlo crecer antes de hacer una operación para separar a los gemelos.
Finalmente, el 18 de agosto, un equipo de cirujanos ugandeses, tres anestesistas y dos enfermeras completaron con éxito una operación de tres horas para eliminar las partes del gemelo parasitario del cuerpo normal.
“Al bebé se le administró anestesia general para separar el torso y tronco del gemelo parasitario quien tenía dos brazos pero no tenía cabeza ni corazón, del bebé huésped”, dijo el Dr. Nasser Kakembo, uno de los cirujanos que llevó a cabo la operación.
“Después, también separamos del huésped las extremidades inferiores del gemelo parasitario, lo cual incluyó desarticular las extremidades inferiores derecha e izquierda que estaban unidas por las articulaciones. Controlamos el sangrado y confeccionamos capas de piel para cerrar la respectiva herida”, agregó. No hubo complicaciones intraoperatorias o postoperatorias, hubo pérdida de sangre leve y se realizó una transfusión de sangre como prevención”.
Tres semanas después de la operación, el bebé se está recuperando y está siendo amamantado sin dificultad, según los médicos.
“Tanto el padre como la madre estaban muy agradecidos porque al principio pensaron que se debía a la brujería, y su bebé era motivo de burlas debido a las anomalías”, dice Kakembo.
La incidencia de gemelos siameses es uno en 50.000, mientras que los gemelos parásitos son extremadamente poco comunes. La condición se crea normalmente cuando el desarrollo de uno de los gemelos se detiene en un momento dado durante el embarazo, y los restos de ese gemelo se fusionan con el gemelo que se siguió desarrollando.
En 2007, una niña que tenía ocho extremidades en la India fue noticia a nivel mundial después de que un equipo de 30 cirujanos realizara con éxito la intensa operación de 27 horas para eliminar a su “gemelo parasitario”.
Para los médicos del Mulago Hospital, esta fue la primera vez que realizaron una operación como esta.
“Nunca antes habíamos tenido una experiencia con un gemelo parasitario, pero trabajamos con muchos otros niños que tienen diversas anomalías congénitas complejas con múltiples órganos, como anomalías intestinales, urológicas, cardíacas y defectos ortopédicos”, dijo Kakembo. “A pesar de que los partos de gemelos son muy poco frecuentes en todo el mundo”, continuó, “tenemos una incidencia cada vez mayor en África; hemos visto numerosos pares de gemelos siameses, de cinco a seis pares en los últimos años”.
El bebé Paul Mukisa se encuentra todavía en el hospital y permanecerá allí durante las próximas dos semanas para que los médicos le den tratamiento.
Al ver hacia adelante, los médicos dicen que “prevén un bebé sano que podría tener problemas al caminar debido a que el hueso pélvico es grande y esto podría requerir reconstrucción ortopédica en el futuro”.