Este balance de víctimas supera al devastador seísmo de 1999 que sacudió una zona cercana a Estambul y en el que murieron unas 17,500 personas.
En las diez provincias afectadas por el seísmo del lunes vivían unos 13.4 millones de personas, y cientos de miles de ellas se han quedado sin hogar tras el seísmo.
Las tareas de rescate continúan con más de 100,000 personas, pero a medida que pasan las horas la posibilidad de encontrar a supervivientes se desvanece.
Erdogan reconoció este viernes que las autoridades tienen problemas para gestionar los efectos del terremoto por la enorme superficie afectada y el grado de destrucción.
«Nos enfrentamos a una de las mayores catástrofes de nuestra historia. Se han producido graves destrucciones en diez provincias», señaló Erdogan.