Algunos sindicalistas han calificado de “irracional” la posición de rechazo que ha expresado el sector empresarial de la República Dominicana ante la aprobación en primera lectura, por parte del Senado de la República, del proyecto de modificación al Código de Trabajo.
“Es una posición irracional y no es sorprendente porque sabemos que los empresarios fueron los proponentes de esa reforma, aunque la disfrazaron de aspectos administrativos, judiciales, conciliatorios, y en el fondo lo único que perseguían era disminuir la cesantía”, expresó Rafael Abreu, presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical (CNUS).
Según él, los empresarios quieren reducir o quitar la cesantía, que es el derecho laboral que obliga al empleador a pagar al trabajador cuando el contrato termina por razones que no son culpa del empleado, cambiando el artículo 80.
Indicó que este tema no fue tocado en el nuevo proyecto para mantener el orden laboral y evitar una posible huelga general y explosión social. Advirtió a los miembros de la cámara alta a no ceder ante la oposición o, de lo contrario, se enfrentarían al movimiento sindicalista dominicano.
A su vez, Jacobo Ramos, presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), consideró que el Congreso Nacional no está obligado a hacer “un traje a la medida” de los empleadores ante los proyectos de ley que son presentados.
Al igual que Abreu, sugirió que los empresarios buscan eliminar la cesantía laboral del Código de Trabajo, además de boicotear el proyecto de ley para que no se apruebe en la legislatura actual.
Exhortó al Congreso a no ceder ante las presiones que responden a una “actitud irracional”.
“Como no han logrado eliminar lo que era su objetivo fundamental, que era eliminar la cesantía laboral del Código de Trabajo, están tratando de boicotear el proyecto de ley que está en el congreso, jugando a que este proyecto se caiga en la actual legislatura y en consecuencia termine muriendo en el Congreso Nacional. Es una posición de carácter irracional”, sostuvo.
Los acusa de atentar contra la buena voluntad, el diálogo y la paz laboral y social que atraen inversiones a la República Dominicana.
En contraste, las principales asociaciones y consejos empresariales han aclarado que esta modificación aumenta los costos y desincentiva la creación de nuevos empleos, enviando una señal negativa del país en un momento donde se enfrentan grandes retos globales que exigen estabilidad, confianza y visión del futuro.
Alburquerque
“La posición del sector empresarial es una exposición de carácter general porque no indican cuáles son los efectos de la reforma aprobada por el Senado en primera lectura y en la que ellos entienden que puede haber un perjuicio desde el punto de vista económico y procesal”, señaló a su vez, Rafael Alburquerque, exvicepresidente de la República Dominicana.
Calificó la posición de rechazo que expresada por el sector empresarial, como un lamento general, pero consideró que el Senado frustró la conciliación laboral acordada durante los últimos casi tres años por no consultar a los empresarios y trabajadores antes de desecharla.
Senador admite ciertas “inobservancias”
Luego de que el Senado de la República aprobara en primera lectura la modificación al Código de Trabajo, el senador por la provincia María Trinidad Sánchez, Alexis Victoria Yeb, admitió haber ciertas “inobservancias” en el nuevo conjunto de leyes que pretende mejorar las condiciones laborales y garantizar los derechos de los trabajadores dominicanos.
“Cuando estemos leyendo el Código Laboral para la segunda lectura, nosotros vamos a hacer algunos cambios, que hay a veces inobservancias de la misma Comisión y de todos los actores que estuvieron ahí”, expresó.
Asimismo, Vitoria Yeb, manifestó que era preciso regresar a su estado anterior a las zonas francas, ya que estas son de regímenes especiales y además colocarles bonificaciones a los empleados.
“Se va a quedar tal y como estaba antes el tema de las zonas francas”, aseguró.
A su vez, Eddy Olivares, ministro de Trabajo, manifestó que lo “conveniente” y “pertinente” es que el tema de las zonas francas y las bonificaciones, que es una de los puntos más controversiales y que preocupan al empresariado dominicano, regrese a la “condición anterior”.
“Eso ha funcionado muy bien y no hay razón para cambiarlo. El propósito del Senado es preservar la esencia en lo consensual, y creo que han hecho un gran trabajo”, expreso Olivares.
Ante esta aprobación, el sector empresarial se expresó mostrando su rechazo a la reforma laboral, la que catalogan como “regresiva”.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) manifestó que tras constatar el proyecto de modificación a la Ley Laboral, el mismo desconoce “importantes acuerdos alcanzados” en este sector.
Señalaron que el proyecto contempla el aumento significativo de los costos laborales, sin considerar la realidad de las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), que representan más del 98% del tejido productivo nacional.
Asimismo, manifestaron que desincentivan la creación de nuevos empleos formales, y sobrecarga los procesos judiciales, generando mayor incertidumbre jurídica y dilatando el clima de inversión necesario para atraer capital nacional y extranjero.
Por lo que, expresaron que la nueva reforma laboral envía una señal “negativa” en un momento en el que el país enfrenta grandes retos globales, que demanda estabilidad en el sector empresarial.
A lo que incitaron a que cualquier reforma al Código Laboral vigente, debe de estar apegada a un proceso participativo y de estudios técnico que evalúen el impacto que esta puede tener.