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miércoles, 26 de abril de 2023


 Entre el 12 de enero, fecha en que se reporta el primer feminicidio del año, y el 31 de marzo que cierra el trimestre, en el país se consumaron 18 feminicidios y se frustraron seis intentos. De las mujeres muertas, tres lo fueron a golpes, ocho a puñaladas, cinco a balazos, una por ahorcamiento y una desangrada.

Entre las 18 están Ross Angeli Peña Padillade un año y seis meses, primero violada y luego golpeada hasta la muerte por la pareja de su madre, y Faviola Pol, de diez años, asesinada junto a su madre por la expareja de esta.

Pero hay casos que se convierten en mediáticos por azar de las redes sociales. En el océano inabarcable de las opiniones vertidas, los indignados circunstanciales quedan siempre en desventaja frente a quienes se arrogan el papel de jueces inmisericordes, no del feminicida sino de su víctima. 

Ambos grupos representan la parte más canalla de la sociedad dominicana: los fariseos dispuestos siempre a rasgarse las vestiduras en los casos de feminicidios que dan likes, y los que buscan justificar el feminicidio reptando en la sentina de sus prejuicios.

Mediático fue el caso de  Esmeralda Richiez, de 16 años, muerta desangrada a causa de una violación al extremo violenta de su profesor, según la conclusión del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif). Bella adolescente que aspiraba a modelo, su vida fue pasto de los comentarios más soeces y las especulaciones más indignas. Las fotos que publicaba en sus redes fueron reproducidas al infinito como testigo de cargo contra su candidez de niña.

Sobre las otras 17 mujeres, el silencio fue total, y se entiende: según la última encuesta Gallup para RCC Media, solo el 1.8% de la población incluye la violencia de género y el feminicidio entre los principales problemas del país. Mientras, el Ministerio de Educación, que debería ser actor principal en el cambio de la cultura y la mentalidad sexistas, se desentiende de su responsabilidad con un "razonamiento" del ministro Ángel Hernández que recibió la crítica de escasísimos opinólogos: "Política de género? (sic) Si se refiere a que los niños/as (sic) tengan las mismas oportunidades de recibir una educación de calidad, ser formados para una profesión en igualdad de condiciones y salarios y sin discriminación por el sexo, el MINERD cumple con todos los principios, cierto? (sic)".