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martes, 15 de julio de 2025


REDACCIÓN.- Tres comunidades de diferentes regiones del país denuncian el abandono estatal en materia de infraestructura, evidenciando las carencias que enfrentan los ciudadanos en servicios básicos.

 Los casos reportados desde Azua, Nagua y Moca reflejan problemáticas que se extienden por años sin recibir respuesta de las autoridades competentes.En Azua, los moradores de la comunidad Villa Corazón de Jesús viven una situación crítica debido al deterioro de sus calles. 

Cada vez que llueve, las vías se convierten en zanjas intransitables que impiden el paso vehicular y peatonal.

Los residentes expresan particular preocupación por la seguridad de los menores, ya que los grandes charcos formados representan un riesgo para enviar a los niños a la escuela.

Según el corresponsal Héctor Abreu Casado, esta comunidad lleva casi veinte años demandando el asfalto y acondicionamiento de las vías sin recibir respuesta satisfactoria.

 La falta de inversión en infraestructura vial ha convertido el día a día de los residentes en un desafío constante, especialmente durante la temporada de lluvias cuando las condiciones se tornan prácticamente inaccesibles.

En la región norte, específicamente en Nagua, los comunitarios del municipio Arroyo Almedio enfrentan el abandono de Edenorte en la colocación de transformadores eléctricos. 

Los propios moradores se ven obligados a proceder por sus medios para garantizar que la comunidad tenga suministro eléctrico, evidenciando la deficiencia en los servicios públicos básicos. 

La situación más peligrosa se registra en Moca, donde un socavón en la carretera Moca-Salcedo, específicamente en la entrada hacia La Lomita frente al cuartel, representa una amenaza grave para los transeúntes. 

El hoyo, que tiene una cañada debajo, ha destruido parte de la vía y se convierte en un peligro mortal, especialmente durante las horas nocturnas cuando la visibilidad es limitada y no existe señalización de advertencia.

Los problemas de infraestructura en República Dominicana reflejan una realidad nacional donde el mantenimiento de vías y servicios públicos presenta deficiencias sistemáticas. 

Según datos del Ministerio de Obras Públicas, aproximadamente el 40% de las carreteras secundarias del país requieren intervención urgente, mientras que el déficit en infraestructura eléctrica afecta principalmente a comunidades rurales y periurbanas donde las empresas distribuidoras priorizan las inversiones en zonas de mayor rentabilidad económica.