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jueves, 23 de febrero de 2023

 VARSOVIA.- La gira europea que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, terminó este miércoles confirma que su futuro como líder en la escena internacional está inevitablemente ligado a Kiev y al desenlace de la guerra que Rusia inició hace casi un año.

Biden dio comienzo a la gira con una visita a Kiev, que se mantuvo en secreto hasta que estuvo en curso, y con la que quiso dejar claro que Estados Unidos permanecerá al lado de Ucrania “el tiempo que sea necesario”.

Fue una visita de gran contenido simbólico en la que se le vio paseando con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, por el centro de Kiev mientras sonaban las sirenas antiaéreas y en la que anunció $500 millones adicionales de ayuda militar a Ucrania.

En la segunda parte de la gira, Biden dio un emocionante discurso en el antiguo castillo real de Varsovia y se reunió con los líderes de los países del flanco este de la OTAN para asegurarles que, si Rusia les ataca, Estados Unidos acudirá en su defensa.

Con todo este viaje, pero especialmente con su visita a Kiev, Biden hizo una apuesta arriesgada y vinculó su “credibilidad” al desenlace de la guerra en Ucrania, dijo Michal Baranowski del centro de estudios German Marshall Fund y especialista en el este de Europa.

“Como presidente de una superpotencia como Estados Unidos, Biden no puede ir a Kiev, decir que apoyará a Ucrania el tiempo que sea necesario y, luego, permitir que las fuerzas ucranianas pierdan la guerra ante Rusia. Su credibilidad sufriría un duro golpe”, argumentó Baranowski.

Con todo este viaje, pero especialmente con su visita a Kiev, Biden hizo una apuesta arriesgada y vinculó su “credibilidad” al desenlace de la guerra en Ucrania, dijo a EFE Michal Baranowski del centro de estudios German Marshall Fund y especialista en el este de Europa.

“Como presidente de una superpotencia como Estados Unidos, Biden no puede ir a Kiev, decir que apoyará a Ucrania el tiempo que sea necesario y, luego, permitir que las fuerzas ucranianas pierdan la guerra ante Rusia. Su credibilidad sufriría un duro golpe”, argumentó Baranowski.