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lunes, 23 de agosto de 2010

Por JUAN O. TAMAYO
Juan Hernández dice que sus esperanzas de un cambio en Cuba crecieron cuando vio recientemente derramar sus lágrimas a cientos de personas mientras una pequeña imagen de la santa patrona del país era llevada a través de su barrio en la ciudad de Santiago de Cuba.
"El miedo al gobierno que tiene la población está en los huesos'', dijo Hernández. ‘‘Nuestra espiritualidad, nuestra Iglesia --porque todos somos devotos de la Virgen de la Caridad-- es nuestra única esperanza''.
La primera peregrinación de esta imagen por el país desde 1952 --parte de una larga serie de eventos que celebran el aniversario 400 de la aparición de la Virgen en Cuba-- está aumentando la esperanza de que la Iglesia Católica fortalezca su papel en el país, gobernado por un régimen comunista.
"Con este peregrinaje, la Iglesia puede llegar a tener una presencia más activa y más profunda en el pueblo'', dijo Dagoberto Valdés, un importante activista laico y ex editor de la revista católica Vitral.
"También servirá para fortalecer la esperanza en los cambios hacia la libertad y la democracia que todos queremos, y la unión entre las dos partes de la nación cubana: la que vive en la isla y la que vive en la diáspora'', agregó.
Los representantes de la Iglesia son más cautelosos en sus declaraciones. El arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García, dijo que las festividades del aniversario son parte de "la misión evangelizadora de la Iglesia'' para propagar la palabra de Dios.
"Es el mensaje de siempre de la Iglesia, para que nuestro pueblo conozca la verdad del Evangelio'', dijo García a El Nuevo Herald. "La cultura religiosa ha sufrido mucho, y la Iglesia trabaja para una Cuba que sea siempre mejor''.
García dijo que hasta el momento ha acudido mucho público a las procesiones de la imagen y representantes de la Iglesia afirman que esperan que un millón de personas participen en todos los eventos, incluyendo un número mayor de activistas religiosos y laicos cubanoamericanos.
"Yo les dije que, si me encuentran un lugar donde quedarme, estaré allí'' para los eventos finales en el 2012, dijo Consuelo Aróstegui Isaccson, de Boston. Aróstegui dirige la organización Friends of Caritas Cubana, que apoya obras de caridad católicas en la isla.
La Iglesia Católica, la organización independiente más importante en Cuba, fue por mucho tiempo controlada férreamente por un gobierno comunista que era oficialmente ateo hasta inicios de la década de 1990. Sus escuelas privadas fueron nacionalizadas y muchos sacerdotes y monjas fueron expulsados en la década de 1960.
Pero el respeto por la Iglesia creció después de que el gobierno de Raúl Castro acordó en julio poner en libertad a 52 presos políticos al cabo de conversaciones con el cardenal Jaime Ortega. Hasta el momento, la mitad de los prisioneros han sido puestos en libertad.
Ahora, las festividades de Nuestra Señora de la Caridad podrían dar a la Iglesia el mismo tipo de transfusión que recibió de la histórica visita del Papa Juan Pablo II en 1998. Los bautismos, las bodas por la Iglesia y la asistencia a misa subió enormemente antes y después de la visita, pero ha ido disminuyendo en años recientes.