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lunes, 28 de julio de 2025

El Seibo, RD. – Un profundo sentimiento de desesperación y angustia envuelve a la comunidad de Cañada Grande, en el Distrito Municipal San Francisco-Vicentillo, luego de que un niño de apenas dos años de edad desaparece misteriosa, ocurrida la tarde del sábado 26 de julio.

 El menor, hijo de una mujer identificada como Vanesa, residente en Punta Cana, había llegado esa misma mañana junto a sus hermanos a visitar a una pariente conocida como “La Mella”, cuando de manera repentina se le perdió el rastro.

“Él estaba parado en la galería. Después yo vine para acá y yo le dije: vete a dormir, vete; porque en mi casa es así. Cuando él está llorando, yo nada más lo baño y le doy el biberón y le digo: mira, vete a acostar, y él se va. 

Se sube a la cama o se acuesta en el piso con su biberón y se duerme”. Expresó la madre del infante desaparecido.

Desde entonces, el sector se ha convertido en un terreno de búsqueda y oración. 

El Cuerpo de Bomberos inició la búsqueda al amanecer de este domingo con el respaldo de la Defensa Civil

También miembros de la Policía Nacional y decenas de comunitarios armados con palos, machetes, varas y una fe inquebrantable.

Ya en su segundo día, el operativo se intensifica, pero la incertidumbre crece. La madre del niño, al borde del colapso, clama por ayuda estatal, por más recursos, por más tecnología y por la atención de los medios.

El rostro del pequeño sigue grabado en las mentes de quienes lo buscan sin descanso, mientras la comunidad permanece en vigilia, temiendo lo peor, pero aferrándose con fuerza a la esperanza de encontrarlo con vida. 

La cañada, los matorrales, cada rincón, todo está siendo rastreado en esta carrera contra el tiempo que mantiene en alerta a toda la provincia.

Por: Honatan Caraballo